Un total de 1.075 internos extranjeros
han regresado a sus
países de origen desde que entró
en vigor, en septiembre de 2011,
la Circular d’Estrangeria de la
Generalitat. La dirección de Serveis
Penitenciaris de Catalunya
hizo públicos ayer los datos relativos
al sector para 2013 en un
acto centrado en los reclusos inmigrantes .
«La cifra de extranjeros
disminuye año atrás año»,
recalcó Pere Soler, director general
de Serveis Penitenciaris.
«Tratamos de favorecer el retorno
de los internos extranjeros
a sus países», destacó Soler, que
reconoció no tener datos de la
cifra de personas susceptibles
de acogerse a la Circular y enfatizó
que es necesario «ir caso
por caso», porque «el país de
origen tiene que querer recibirlos
». Asimismo, puso en relieve
que los Servicios Penitenciaros
catalanes no cuentan con «los
recursos físicos» que les permitan
ejecutar la expulsiones.
Paula Montero, subdirectora
general de los Programes de
Rehabilitació i Sanitat de Serveis
Penitenciaris, matizó que la Circular
d’Estrangeria no prevé que
todos los internos extranjeros sean
expulsados. «Una parte son
orientados a la reinserción por su
arraigo en el país y porque han
estado regularizados», aclaró.
El número total de internos
en los centros penitenciarios de
Cataluña descendió en 2013
hasta los 9.818, la cifra más baja
de los últimos 14 años. La tasa
de internos cayó hasta los 130
por cada 100.000 habitantes, 14
puntos por debajo de la media
española, pero muy por encima
de la de países como Francia,
Italia y Alemania. «Es una cifra
alta, pero depende del Código
Penal y la Ley de Extranjería,
que no son competencia nuestra
», esgrimió Soler.