Los ministros de Exteriores de los países mediterráneos de la UE se reunirán el próximo 16 de abril en Alicante para abordar la fuerte presión migratoria registrada en los últimos meses, según anunció ayer el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, que el pasado fin de semana visitó Melilla.

El representante del Gobierno central cuestionó la labor de la Agencia Europea para la Gestión de la Cooperación Operativa en las Fronteras Exteriores de la UE (Frontex) porque «no está dedicando los medios que debería» para afrontar el problema. «Estamos un poco solos», se lamentó Margallo, que justificó la reunión del día 16 para «explicar que aparentemente esto es un problema de los países que hacen frontera, pero también un problema con la libre circulación de las personas que afecta a toda la Unión Europea».

Como sugerencia, el ministro incidió en hacer un esfuerzo de colaboración con Marruecos para «evitar que los inmigrantes estén en el monte Gurugú esperando un día de niebla para saltar la valla», pero reclamó un pacto entre Gobierno y oposición y a nivel europeo. «Este es un problema que tenemos que abordar juntos porque la inmigración en época de globalización es uno de los problemas más graves y difíciles de resolver».

Tras admitir la complejidad para adoptar las soluciones y especialmente a largo plazo, consideró que «crear un problema de lucha partidista o mirar para otro lado es un tremendo error». Y subrayó que España y Europa «no pueden aceptar a todos los inmigrantes que quieran venir y eso exige un pacto con los países de origen para ir acabando con la pobreza, que es el caldo de cultivo, pero tiene que haber un cierto control de las fronteras y para eso está el Frontex».
Concertinas

En cuanto a la posibilidad de retirar las concertinas ante la imágenes de inmigrantes en el último salto masivo a la valla de Melilla, Margallo puntualizó que es el Ministerio del Interior quien «tiene que decidir las medidas que hay que adoptar para intentar controlar un fenómeno muy difícil en condiciones que no se produzcan desgracias».

Y acerca de esas impactantes imágenes, opinó que «si son duras para todo el mundo, imagínense si lo son para el ministro del Interior».