Una meningitis complica la situación en el centro de inmigrantes de Melilla
Hospitalizado por esa enfermedad un subshariano de 19 años, que saltó la valla hace 10 días. El Gobierno autónomo compra 200 vacunas pero descarta que se trate de un brote. Un total de 226 personas han sido tratadas, entre inmigrantes y trabajadores.
El País, , 20-03-2014Un inmigrante de origen subsahariano de 19 años, que entró en Melilla la semana pasada saltando la valla fronteriza, permanecía ayer ingresado en estado muy grave en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Comarcal de Melilla, aquejado de una meningitis cuyo tipo aún no había sido determinado. Como medida de precaución, las autoridades han puesto en marcha un protocolo para dar medicación para la prevención de esa enfermedad a 226 personas que en los últimos días han estado en contacto con él, entre trabajadores del Centro de Estancia Temporal (CETI) e inmigrantes. El estado del joven había empeorado en las últimas horas, según las fuentes consultadas.
El delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalik El Barkani, aseguró que el inmigrante afectado era un “caso aislado”. Según dijo, tras confirmarse el caso de meningitis se puso en marcha el protocolo de medicación. “Decir que es casi un brote y crear una alarma tan importante creo, desde mi modesta opinión, que no es nada serio y no es nada responsable”, afirmó el representante del Ejecutivo, quien dijo que se estaba haciendo lo adecuado.
La Consejería de Bienestar Social y Sanidad de la ciudad autónoma ha comprado 200 vacunas de la llamada meningitis conjugada tetravalente para suministrárselas al personal que trabaja en el CETI y a quienes han estado en contacto con el enfermo durante 10 días antes de detectarse la enfermedad. A estas últimas se les está suministrando también tratamiento antibiótico y profiláctico.
El Instituto de Gestión Sanitaria de Melilla insistió en que “no existe ningún brote de meningitis en la ciudad” y que se trata de un caso aislado. El director del organismo, Francisco Robles, hizo un llamamiento a la tranquilidad.
El inmigrante llevaba algo más de una semana en la ciudad autónoma. Tras recibir las primeras fases del tratamiento, los médicos esperaban ver una ligera mejoría. No obstante, advertían de que las secuelas que padecería serían “importantes”, ya que su sistema nervioso mostraba ya deficiencias. Sin embargo, su estado comenzó a empeorar el miércoles 19.
Al conocerse la noticia, la Unión Federal de Policía (UFP) pidió que los inmigrantes subsaharianos que entran en España sean puestos “en cuarentena” y sometidos a un chequeo médico para garantizar que no son portadores de alguna enfermedad, principalmente contagiosa.
En un comunicado, el secretario regional de Organización de la UFP, José Guerrero, exigió que se extremen las precauciones para evitar el posible contagio de enfermedades.
Tras la entrada de 500 subsaharianos en la ciudad el martes, el hospital y los centros de salud de la ciudad tuvieron que atender a 29 personas. El presidente del Colegio de Médicos, Jesús Delgado Aboy, manifestó que era necesario aumentar el personal sanitario.
La capacidad del CETI es de 472 personas. Sin embargo, ahora mismo se alojan en él 1.800 inmigrantes. Cruz Roja ha instalado 17 tiendas de campaña para darles cobijo, y el Ejército ha levantado 10 más en los alrededores de la instalación, dado que en los patios ya no hay sitio.
Aunque “se forman colas para pasar al comedor, no hay problemas de abastecimiento en el CETI”, aseguró el delegado del Gobierno.
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