Trevín dice que ahora no toca» hablar de pacto de Estado y exige el cese del director general de la Guardia Civil

El PSOE no va a pedir la dimisión del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, por los sucesos ocurridos en Ceuta el pasado 6 de marzo, cuando 15 inmigrantes subsaharianos murieron al intentar entrar ilegalmente en España a nado y ser repelidos por la Guardia Civil con pelotas de goma.

El portavoz del Grupo Socialista en la Comisión de Interior, Antonio Trevín, anunció esta mediodía que, en la moción que van a presentar tras la comparecencia, ayer en comisión, del secretario de Estado para la Seguridad, Francico Martínez, para explicar los hechos, el PSOE no pedirá la reprobación de Fernández Díaz, pero sí la dimisión del director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, y la del delegado del Gobierno en Ceuta, Francisco González, por haber mentido sobre el no uso de pelotas de goma.

Los socialistas consideran probado que la Guardia Civil usó pelotas de goma y lo que no puede ser es que, en términos de responsabilidad, la única dimisión que se ha producido hasta ahora es la del jefe de la Brigada de Extranjería en Ceuta… por criticar la estrategia de Interior.

Trevín explicó que el PSOE exige a Fernández Díaz el «cese inmediato» del director general de la Guardia Civil porque su continuidad en el cargo es «un desprestigio para el ministerio y para la imagen de España» escudándose en el prestigio de la Benemérita para no decir la verdad.

Preguntado por el pacto de Estado PP – PSOE sobre inmigración, el portavoz socialista ha matizado que eso «ahora no toca» porque primero Interior tiene que depurar responsabilidades.

Por su parte, representantes de CiU, IU y UPyD se han mostrado decepcionados con la comparecencia de cinco horas que ofreció ayer en el Congreso el secretario de Estado de Seguridad.

El portavoz de Interior de CiU, Feliu – Joan Guillaumes, critica que Interior sigue sin aclarar si hay protocolos de actuación de los agentes para situaciones como esa.

«Las imágenes están muy bien, pero ¿dónde están los protocolos de actuación de los agentes? ¿Tienen ustedes un protocolo para ataques por tierra? ¿otro para ataques por mar? ¿uno sobre todo para una acción conjunta como fue ésta? La respuesta está en el viento, como dice la canción», se ha quejado el diputado catalán.

A su juicio, ese tipo de información es «absolutamente imprescindible» por ser «objetivable», a diferencia de las imágenes, que son interpretables, ha dicho en los pasillos del Congreso.

El diputado de la Izquierda Plural Gaspar Llamazares considera que la comparecencia se saldó con un«cierre en falso», porque el Gobierno no ha explicado toda la verdad, ni ha asumido ninguna responsabilidad, por lo que no ve condiciones para un pacto de Estado en inmigración.

A su juicio, no quedó claro quien dio la orden de lanzar las pelotas de goma a los inmigrantes y se confirmaron las peores impresiones respecto al «error, la desproporción y una acción imprudente y probablemente temeraria» y el delegado del Gobierno y el director general de la Guardia Civil no han asumido ninguna responsabilidad.

«Es una base muy endeble (la sola comparecencia) para hablar de un pacto de Estado en política migratoria, que tiene que estar basada en una confianza que en este momento no tiene el ministro del Interior, ni de los grupos parlamentarios, ni de la Comisión Europea», dijo.

Llamazares cree que la responsabilidad política «está clara» y que en la Guardia Civil deberían delimitarse a nivel interno y antes de que tenga que resolver la juez.

Una opinión muy similar a la del diputado de UPyD, Toni Cantó, quien no ve claro de dónde vino la orden de lanzar las pelotas y fue una comparecencia técnica «decepcionante» porque no se asumió ninguna responsabilidad ni los fallos de coordinación con Marruecos o el establecimiento de protocolos de actuación para las fuerzas de seguridad.

Según Cantó, el pacto de Estado que ofrece el ministro del Interior «no es tal» porque lo que plantea es hacer las cosas que no se han hecho hasta ahora y el primero que incumple ese pacto es «él mismo».