Del Estrecho a Europa

El Mundo, , 20-03-2014

Sr. Director: Desde los centros de acogida temporal de inmigrantes se organizarán traslados hasta la Península de las personas desplazadas. Cada inmigrante llegará identificado por las huellas digitales y con una orden de devolución no ejecutada. Una vez que sus familiares les envíen el pasaporte, continuarán su viaje migratorio hacia otros países con los que tienen más afinidad cultural y donde disponen de redes sociales y familiares de acogida. Esta «política del avestruz» es la misma que emplean otros países miembros de la UE con los inmigrantes de origen latinoamericano que reciben, a los que ponen todo tipo de dificultades esperando que al final recalen en España. Italia hace lo mismo con los argelinos y senegaleses hasta que llegan a Francia, que a su vez envía hacia Reino Unido a quienes proceden de antiguas colonias inglesas. Cada país europeo intenta escurrir el bulto. Todos intentan marcar los tiempos, los números, los procedimientos… Pero cuanto mayor es el desequilibrio económico, más difícil es regular el flujo migratorio. Se usan además los canales irregulares, siempre abiertos y más accesibles, sabiendo que los inmigrantes tienen un sitio en la economía sumergida de los países de llegada, economía que aporta entre el 13 y el 25% del PIB de la Unión Europea. Gracias a ellos son competitivos sectores como los servicios a las personas, la hostelería o la construcción. Investigar a los empleadores ventajistas y sancionarles, regularizar los empleos en precario y a los trabajadores extranjeros que los ocupan sería otra forma de proteger las fronteras y de dignificar el esfuerzo de todos los que contribuimos al bienestar colectivo con nuestro trabajo cotidiano hayamos nacido dondequiera que sea. Luis Fernando Crespo Zorita. Alcalá de Henares (Madrid).

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