La Guardia Civil de Ceuta lanzó 145 pelotas de goma
Interior insiste en que no disparó a los inmigrantes ni fueron heridos
Diario de noticias de Alava, , 20-03-2014Madrid – El secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, atribuyó ayer la muerte de 15 subsaharianos en la tragedia de Ceuta a la combinación de varios factores, como la entrada en masa y un error de apreciación en la profundidad del agua (2,11 metros) cuando muchos de los inmigrantes no sabían nadar. Martínez, que no ofreció imágenes del lanzamiento de las pelotas de goma, descartó una relación causa-efecto entre el lanzamiento de pelotas de goma por parte de la Guardia Civil y los fallecimientos. No obstante, admitió que la Guardia Civil lanzó 145 pelotas de goma desde la playa ceutí de El Tarajal y cinco botes de humo al mar.
Sin embargo, atribuyó la tragedia a la combinación de algunos factores, entre ellos que los inmigrantes creyeran que la profundidad del agua a la altura de espigón del Tarajal iba a ser similar a la del 17 de septiembre de 2013, cuando 91 inmigrantes pudieron entrar a esa misma hora (en torno a las 7.30 horas) porque la marea estaba baja y la altura del agua era de 1,45 metros.
Sin embargo, el día 6 de febrero había a esa hora pleamar y la profundidad de agua era de 2.11 metros, lo que unido a que los inmigrantes en su mayoría no sabían nadar, la entrada en masa y a la carrera, la excitación y el cansancio y la escasa visibilidad, pudo contribuir a la tragedia, según Interior. Y en esas conclusiones, los responsables de este departamento aportan un argumento más para descartar que las pelotas de goma fueran causa de las muertes, ya que en los cadáveres no se aprecia lesiones. Según explicó Martínez, en el asalto de septiembre los inmigrantes ya cambiaron la ruta e intentaron entrar andando por el mar, lo que consiguieron 91 subsaharianos.
Una nueva modalidad de entrada que precisamente quisieron intentar 200 inmigrantes el pasado día 6 de febrero, buscando un “efecto sorpresa” y obligando a la Guardia Civil, que esperaba que el asalto fuera por la valla, a desplazarse a la carrera por “espacios laberínticos” para poder llegar hasta las proximidades del espigón. Pero antes, los subsaharianos también evitaron enfrentarse a las fuerzas de seguridad marroquíes desplegadas en la conocida como “la explanada de los taxis”, por donde en otras ocasiones intentan llegar los inmigrantes al perímetro fronterizo.
Para Martínez, uno de los aspectos clave fue la falta de previsión de los inmigrantes, que no calcularon el estado de la marea al estar convencidos de que sería igual al de septiembre y, por tanto, la escasa profundidad del agua les permitiría llegar andando a la playa ceutí. Pero mientras el día 17 de septiembre de 2013 a las 7.30 horas la marea estaba en su nivel más bajo, el 6 de febrero pasado a esa misma hora había pleamar en su nivel más alto. Además, al entrar en masa al agua y a la carrera se impedía a las fuerzas de seguridad que paralizaran el avance de un grupo en “evidente estado de excitación”, “sin orden ni concierto”, “dispuestos a que nadie ni nada les detenga” y “convencidos de que el agua les llegaría al pecho”. – Efe
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