El jefe de la UDEV de la Comisaría de Pontevedra confirma que en el crimen de las chinas participaron un «mínimo» de dos personas. De este modo, desmantela la tesis de la defensa de que pudo haber sido Wen Bin Sun en solitario el que supuestamente cometió el asesinato de la calle Amado Carballo.

El agente precisó durante la segunda sesión del juicio que inicialmente se sospechó del círculo íntimo de la fallecida Guang Qu, pero se descartó esta línea.

Detalló todos los pasos que dio la investigación apoyado en imágenes del escenario del crimen. Esta descripción permitió a los miembros del jurado ver que el cuerpo de la más joven de las víctimas en el suelo del dormitorio, atada y envuelta en un edredón entre la cama y la pared.

Los investigadores señalaron que están seguros de que si Guang Qu estuviese en casa no les habría dejado entrar, ya que conocía a Wen Bien Sun y éste había intentado mantener un relación sentimental con ella, que la mujer rechazó.

El fiscal del proceso, Juan Carlos Aladro, sostiene que el móvil del crimen pudo ser pasional. Durante la vista, las partes se contradijeron sobre el momento de la muerte de las dos chinas. Un testigo que acudió a la casa de citas que tenían las dos fallecidas la noche anterior al día en que supuestamente se produjo el crimen constató que ambas estaban vivas.

Mañana declararán los forenses que analizarán las causas y circunstancias de la muerte de las víctimas y se prevé que concluya la toma de declaraciones para que el jurado comience la deliberación.