Treinta y tres personas han resultado heridas en la zona marroquí en el asalto este martes de un grupo de inmigrantes irregulares a la valla fronteriza de Melilla, según un comunicado del ministerio del Interior de Marruecos.

De los 33 heridos, cinco son policías marroquíes que fueron alcanzados por las pedradas de los emigrantes, que respondieron así a los intentos policiales de impedir su salto a la valla, según las fuentes.

Veintiocho inmigrantes han necesitado atención médica al resultar heridos “por las alambradas” del vallado fronterizo, dice el comunicado marroquí, que no hace mención a los que sí pudieron pasar del lado español.

Fuentes policiales españolas aseguraron que cerca de 500 emigrantes, al amparo de la densa niebla y la poca visibilidad, habrían logrado su objetivo, en lo que supondría la cifra más alta desde 2005, año en que también se vivió otra crisis migratoria similar a la actual.

Los heridos de hoy en la parte marroquí recibieron atención médica de primeros auxilios en el Hospital Hasani de Nador, pero ninguno tuvo que ser ingresado, precisaron a Efe fuentes hospitalarias.

El asalto estuvo protagonizado por 600 personas que trataron de pasar la valla por el lugar conocido como Ued Tigorfatine, de los que 102 fueron detenidos por la policía.

Además y en otro suceso distinto pero en la misma región, 150 emigrantes fueron detenidos cuando trataban de salir ilegalmente (supuestamente en patera) de la zona conocida como Ued Tismiguine, en Farjana (cercanías de Melilla).

La detención de este grupo se produjo a las 03.30 de la madrugada hora local y se suma a las interceptaciones de pateras que se producen semanalmente en distintos puntos de la costa norte de Marruecos, casi siempre en la zona del Estrecho.