«Las bolas de goma tienen que ver con las muertes»

El Mundo, OLGA R. SANMARTÍN MADRID, 18-03-2014

La jurista francesa Claire Rodier es la vicepresidenta de Migreurop, una red mundial de 45 asociaciones de derechos humanos que se ha personado como acusación popular en la causa abierta por el ahogamiento de 15 inmigrantes junto a la frontera de Ceuta. Rodier, que ha viajado a Madrid para participar en unas jornadas sobre racismo, cree, como la UE, que las pelotas de goma provocaron tal pánico en los subsaharianos que contribuyeron a su muerte.

Pregunta.– ¿Por qué Migreurop es acusación popular en el caso de Ceuta?

Respuesta.– Para forzar una investigación que, si no, no se iba a producir. En 2005 hubo hechos similares, en los que estuvo involucrada la policía marroquí, y no se inició ningún proceso.

P.–¿Es la Guardia Civil responsable de las muertes?

R.– Hay suficientes sospechas alrededor del comportamiento de la Guardia Civil para justificar nuestra acusación. Las imágenes y los datos, así como los testimonios de los inmigrantes, que dijeron que experimentaron pánico cuando les disparaban, hacen pensar que el lanzamiento de pelotas de goma tuvo que ver con las muertes. Intentamos demostrar la relación causa-efecto entre los disparos y los fallecimientos. Los inmigrantes intentaron huir de los medios antidisturbios con precipitación y miedo. Se puso en riesgo sus vidas y algunos encontraron la muerte.

P.–¿Qué le reprochan a España?

R.–España, como los otros países de la UE, debe respetar los derechos humanos. Este compromiso se refiere a la obligación de garantizar el derecho a la vida, el principio de no devolución a países donde podrían ser víctimas de persecución o de tratos inhumanos y la obligación de facilitar un proceso justo. En vista de estas circunstancias y de las informaciones de los observadores, probablemente estas obligaciones no han sido respetadas.

P.– En su libro El negocio de la xenofobia (Clave Intelectual) dice que hay guardias civiles en Ceuta y Melilla que cuelan a los inmigrantes por la valla a cambio de dinero…

R.–Testimonios de inmigrantes aseguran que puedes pasar si encuentras a la persona adecuada, española o marroquí. No es generalizado, pero a veces se les avisa de en qué momento es más fácil entrar o los lugares menos vigilados. Los policías son sólo los eslabones de una cadena. La prohibición siempre desarrolla mercados de corrupción.

P.– ¿Hay 80.000 inmigrantes esperando en África para entrar en España, como asegura el ministro?

R.– Desconozco qué fuentes maneja para señalar esas cifras, que yo no apoyo.

P.–¿Sirven las vallas para frenar la inmigración?

R.–Puntualmente. Pero no resuelven el problema a largo plazo, porque el flujo migratorio se desvía hacia otro lado. El corte que se hizo en Canarias en 2006 desplazó los movimientos hacia Italia y Grecia, y ahora están volviendo a España. El problema no se va a solucionar hasta que no vayamos a las razones que impulsan estos movimientos.

P.– El Gobierno español no para de repetir que la ayuda comunitaria es «insuficiente». ¿Cómo es la colaboración de la UE con España?

R.– Es cierto que los Estados miembros de la UE nunca han mostrado mucha solidaridad en este ámbito.

P.–¿Qué papel ejerce Marruecos en relación con el control fronterizo español?

R.–Desempeña el papel de guardia fronterizo. Marruecos, que ha sido durante mucho tiempo un país de tránsito para los africanos, ha pasado a convertirse en un país donde se quedan. Esto es peligroso, porque no tiene ni la voluntad política ni la capacidad organizativa y legal para acoger inmigrantes o refugiados.

P.– ¿Hubo devoluciones en caliente en Ceuta?

R.– Parece casi seguro que se realizaron expulsiones inmediatas, contrarias a la legislación española, el Derecho europeo y el Derecho internacional. Lo ocurrido en febrero es, por desgracia, muy común.

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