El infierno verde para una niña de nueve años
El caso de la niña de l’Hospitalet secuestrada por un boliviano y trasladada a la selva amazónica despierta más dudas que certezas
La Vanguardia, , 14-03-2014Estos son los hechos: un hombre de nacionalidad boliviana convence a un matrimonio marroquí, todos ellos vecinos de l’Hospitalet de Llobregat, para que le dejen llevarse a su hija a Bolivia. Una semana de turismo, dijo. La niña, que cuando se la llevaron tenía 9 años, ha vivido siete meses en la selva amazónica de Bolivia, una prueba de una dureza que sólo se acercarán a comprender los lectores de Jugando en los campos del Señor, de Peter Matthiessen.
EFE
Grover Morales, el presunto pederasta y secuestrador
El secuestro ha sido resuelto en una operación conjunta de la Guardia Civil y de los Mossos d’Esquadra, que ayer ofrecieron una rueda de prensa en la que calificaron lo vivido por la niña de un auténtico “infierno”. Pero el infierno para ella aún no ha acabado. Los investigadores no descartan hipótesis alguna, ni siquiera las relativas a las condiciones en que los padres dejaron que se marchara su hija. Su vecino y secuestrador, Grover Morales, de 35 años, había estado en prisión en su país por violar a dos menores, sus hermanas para más señas. El caso no llegó finalmente a juicio porque la familia echó tierra sobre el asunto y el acusado viajó a España con una identidad falsa con la que estuvo viviendo durante seis años. Ahora permanece detenido en Bolivia, aunque podría burlarse de nuevo de la justicia, puesto que parece poco probable que las autoridades concedan su extradición a España.
Los oficiales de la policía autonómica catalana y de la Guardia Civil que han dado la cara por este caso han sido extraordinariamente respetuosos con la intimidad de la víctima, que ha cumplido diez años rodeada de lo que Matthiessen califica del “muro verde”: la selva amazónica. Han explicado, eso sí, que Grover Morales la convirtió en su esposa, con lo que eso significa en un entorno tan duro como el habitual allí: trabajos de sol a sol, riesgo de enfermedades. Y…
La niña permanece en un centro de menores de Bolivia. Aún no ha hablado telefónicamente con sus padres, que tampoco tienen sus papeles en regla y que fueron a un notario para levantar un acta y autorizar a que viajase con el vecino durante una semana. Si fueron engañados o no deberán dictaminarlo los investigadores, que por el momento parecen creer que sí, Grover Morales no tenía ninguna intención de volver: liquidó todas sus pertenencias en España y vació sus cuentas bancarias. Durante los siete meses que duró el infierno a que sometió a la menor, un equipo de policías le siguió el rastro por las zonas cocaleras de la selva. Los caciques de la región decidieron entregarlo. No por justicia, sino para que los agentes dejaran de husmear por allí.
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