BEATRIZ NAVARROBruselas. Corresponsal
Holanda quiere menos europeos del Este por metro cuadrado
Los laboristas plantean limitar el número de emigrantes por vivienda
La Vanguardia, , 14-03-2014“No hay nada malo en tener a un polaco por vecino pero sí cuando tienes 15 vecinos polacos en una vivienda unifamiliar. Provoca problemas de ruido, suciedad en la calle y peleas en el portal”. Con esta afirmación como punto de partida, el Partido Laborista holandés anunció ayer un plan de acción para resolver los problemas que supuestamente causan los inmigrantes.
ANP KOEN VAN WEEL / AFP
Tras los pasos de Wilders. El líder xenófobo sube en los sondeos y arrastra a su lógica a los partidos traicionales
La medida estrella consiste en limitar por ley la concentración de trabajadores de Europa del Este: no podría haber más de un eslovaco, por ejemplo, por cada 12 metros cuadrados de vivienda. La medida, aunque chocante, encaja con la línea dura que se ha impuesto en los últimos años en Holanda, un país que antaño hacía bandera de la multiculturalidad. Los ayuntamientos tratarán además de disgregar a los emigrantes por barrios. También proponen prohibir que el patrón alquile el alojamiento al trabajador, para evitar abusos.
Cien políticos laboristas del ámbito local firman el plan. Se justifica como una forma de mejorar las condiciones de vida de los inmigrantes aunque no es a esos potenciales votantes a los que se dirige, sino a los holandeses de pura cepa, como deja claro la segunda parte de la argumentación de su promotora, la diputada laborista Mariette Hammer. “Para la gente que vive allí, su casa ha dejado de ser su hogar y debemos ayudarles”, reivindicó Hammer, con un lenguaje muy próximo al que suele emplear Geert Wilders, líder del xenófobo Partido por la Libertad (PVV) para venderse como un político que se preocupa, a diferencia de otros, ante todo por los holandeses.
Holanda celebra en mayo elecciones europeas y municipales y el nerviosismo empieza a cundir en las familias políticas tradicionales, en especial en la coalición de Gobierno que forman liberales y laboristas. De acuerdo con los últimos sondeos, el PVV de Wilders podría convertirse en la primera fuerza política del país o al menos empatar con los liberales, mientras los laboristas (PvdA) podrían perder la mitad de los escaños respecto a las últimas elecciones. El partido liberal también quiere alentar a los trabajadores del Este que cobren el paro a volver a sus países. No han trascendido detalles sobre cómo piensan los alcaldes laboristas reducir la concentración de extranjeros pero si tratara de diferenciar entre las normas de habitabilidad para holandeses y para emigrantes (o ciudadanos del Este y el Centro de Europa, como indicó Hammer) podría toparse con problemas legales, ya que la legislación europea obliga a los Estados a tratar de igual manera a los trabajadores nacionales y a los intracomunitarios. Para el Gobierno británico, sin embargo, esto no ha sido obstáculo para exigir más condiciones a los europeos que a los británicos para acceder a sus ayudas sociales.
Con su referéndum a favor de poner cuotas a los emigrantes, Suiza puede haber sido el canario de la mina que ha dado la alerta sobre el creciente rechazo existente en la sociedad europea a la presencia de trabajadores intracomunitarios. Los partidos ultraderechistas están explotando a su favor los problemas –sobredimensionados, a juzgar por los informes de la Comisión Europea y, en cualquier caso, muy localizados– que la emigración laboral produce en Europa y están logrando arrastrar a su lógica a los partidos tradicionales.
(Puede haber caducado)