Un acaudalado alcalde de un pueblo libanés ofrecía a inmigrantes irregulares y personas con problemas económicos hasta 40.000 euros por un trozo de su hígado para que le fuera trasplantado. La Brigada de Policía Judicial de Valencia le ha detenido junto a los otros cuatro individuos que le ayudaban en España a conseguir su objetivo.

Se trata de la primera operación de este tipo que se hace en España y el grupo llegó a seleccionar a nueve candidatos, a los que sometió en pocos días a una serie de pruebas en una clínica privada de Valencia para comprobar si eran compatibles para el trasplante. Finalmente quedaron dos candidatos, una mujer española y un rumano, aunque el comprador se quedó con este último. Las pruebas, muy costosas, fueron pagadas por una empresa propiedad de unos familiares del paciente. Costaron 12.000 euros.

El libanés, acompañado por su familia, y el rumano acudieron al Hospital Clínico de Barcelona a pedir que se hiciera la operación. En España un extranjero solo puede recibir un órgano si es de una persona viva y se demuestra, además, una relación estrecha entre el donante y el receptor. Eso se determina, en buena medida, en la primera entrevista que se mantiene con el coordinador de trasplantes del centro sanitario. A pesar de estar aleccionado en lo que debía decir, el facultativo consideró que no existía un vínculo suficientemente estrecho entre ambos, por lo que descartó la operación, cosa que no es infrecuente.

Paralelamente, una de las primeras nueve personas captadas, una argelina residente en un piso de acogida, que fue descartada por estar embarazada, contó a la responsable de la ONG que la atiende lo que había sucedido. Ésta decidió poner los hechos en concimiento de la Policía, que abrió una investigación. De esta forma se pudo identificar a todos los implicados en el caso. Durante las pesquisas, que se han coordinado con la Organización Nacional de Trasplantes, se supo que finalmente el libanés había sido trasplantado en el Clínico, aunque el donante era su hijo.

El receptor fue finalmente detenido el 31 de enero en el aeropuerto de Manises cuando regresaba a España para pasar una revisión médica. Otras dos personas, familiares, fueron arrestadas con él y él resto de los implicados en las semanas siguientes.

Rafael Matesanz, coordinador de la Organización Nacional de Trasplantes se felicitó por el hecho de que habían funcionado todos los controles y por la eficaz investigación de la Brigada de Policia Judicial de Valencia.
Situación judicial de los detenidos en Valencia
a. caparrós valencia
El Juzgado de Instrucción número 3 de Valencia tiene abiertas unas diligencias por un presunto delito de tráfico ilegal de órganos (artículo 156.bis del Código Penal). De los cinco detenidos por la Policía, sólo tres pasaron a disposición del Juzgado, que resolvió dejarles en libertad, de acuerdo con fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana. Todos ellos se mantienen imputados en la causa. Los otros dos arrestados fueron puestos en libertad por la propia Policía, según las mismas fuentes. El instructor ha tomado también declaración a varios testigos y sigue practicando diligencias para el esclarecimiento de los hechos.