la tragedia del tarajal
Interior dará nueva información sobre Ceuta y a cambio el PSOE baja la presión
El pacto incluye una comparecencia y publicar las conversaciones de los guardias
El País, , 13-03-2014La tragedia que acabó con la vida de 15 inmigrantes en la frontera de Ceuta el 6 de febrero se había convertido en un asunto de máxima tensión política. El PSOE pidió la dimisión del director de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, un hombre cercano a Mariano Rajoy. El Gobierno lo vivía con inquietud, sobre todo porque, aseguran en Interior, eso dificultaba sus negociaciones con la UE para buscar ayuda. Pero ayer se produjo un giro notable en este ambiente político.
Jorge Fernández, el ministro del Interior, y Antonio Trevín, el portavoz socialista, protagonizaron un debate de guante blanco en el Congreso, que acabó con una especie de pacto: el PSOE rebaja la presión, e incluso se plantea no someter a votación la reprobación del ministro, pero a cambio Interior se compromete a facilitar a la Cámara toda la información disponible sobre la tragedia. Esto incluye no solo lo que se conoce hasta ahora —los vídeos de las cámaras de seguridad—, sino también las conversaciones entre los guardias durante la operación, para identificar qué ordenes se dieron.
Fernández no volverá a comparecer —lo hizo el pasado día 13—, pero sí lo hará la próxima semana, probablemente el miércoles, su secretario de Estado, Francisco Martínez, que ofrecerá, según el compromiso del ministro, todos los detalles de esas grabaciones y de los informes y las órdenes que se dieron. Antes, explicó el ministro, Interior solicitará autorización a la juez de Ceuta que lleva el caso, puesto que esta información la tiene ya ella en su poder, porque la ha reclamado para investigar la tragedia. El PSOE se reserva sus movimientos a la espera de esa comparecencia y de las explicaciones del secretario de Estado. Pero el debate de ayer, el tono que utilizaron ambos y el ambiente que se respiraba en los pasillos del Congreso hacía pensar que lo más probable es un cambio de tercio y que los socialistas renuncien a pedir la reprobación del ministro. Ya hace tres semanas, y pese a ciertas discusiones internas, Alfredo Pérez Rubalcaba decidió no pedir la dimisión del ministro y quedarse en la del director de la Guardia Civil, que no logró.
Antes de llegar a este nuevo ambiente, el ministro comentó en público la semana pasada que había hablado del asunto con el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero y que este se había mostrado a favor de un pacto de Estado sobre inmigración. Según fuentes socialistas, Zapatero llamó a Fernández por un asunto de su seguridad y aprovecharon para hablar de la tragedia de Ceuta. Fuentes de Interior aseguran que antes de esta especie de pacto no se ha producido ninguna conversación entre el ministro y Rubalcaba, que ocupó esa cartera en la anterior legislatura.
Durante su intervención, Trevín, el portavoz socialista, planteó abiertamente la posibilidad de abrir la puerta a un gran pacto de Estado sobre la política de inmigración, siempre que antes Interior ofrezca todas las explicaciones sobre la tragedia de Ceuta, “por las 15 personas fallecidas, por los españoles que reclaman esa información y por la dignidad de la Cámara”. Inmediatamente después, el ministro se comprometió a ofrecer toda esa información que le reclamaban, “salvo el manual de operaciones de la Guardia Civil, que es de la época en que gobernaban ustedes, que por cuestiones de seguridad no puedo hacer público, pero que estoy dispuesto a compartir de forma reservada”, señaló.
Al acabar el debate, Fernández y Trevín se marcharon juntos por las escaleras del Congreso, en una clara muestra del nuevo ambiente político.
Interior considera clave este cambio de relaciones entre el PSOE y el PP sobre un asunto que estaba provocando un fuerte deterioro al Gobierno, no solo ante la opinión pública española, sino sobre todo en la Unión Europea. Los socialistas creen que ha sido precisamente esa presión de Bruselas y del propio PSOE la que ha forzado al Gobierno a cambiar y ofrecer toda la información. Si lo hace, explican, ellos están abiertos a un pacto de Estado.
Además, el PSOE valora que el ministro haya admitido, como reclamaba, que utilizar pelotas de goma en el mar no fue una buena idea. Aun así, Fernández negó que el director de la Guardia Civil o el delegado del Gobierno hubieran mentido, porque, según dijo, dieron la información que tenían en ese momento y que aún no era completa.
Devoluciones en caliente, un claro punto de fricción política
F. G. / C. E. C., Madrid
Después de ofrecer la información sobre Ceuta, al Gobierno le interesa abrir la posibilidad de un pacto de Estado en inmigración. Estos son algunos de los asuntos clave en los que podría haber fricciones:
» Devoluciones en caliente. El Gobierno quiere plantear una reforma legal, en la que le gustaría tener el apoyo del PSOE, para lograr, dentro de los límites de la legislación europea, que es muy estricta en especialmente en materia de derecho de asilo, una fórmula de lo que llama rechazo en frontera —y todos los demás, devolución en caliente—, que implica poder legalizar lo que se viene haciendo ahora, esto es, que los guardias devuelven a los inmigrantes en cuanto llegan a la costa española o incluso en cuanto saltan la valla porque entienden que no entran en territorio español hasta que atraviesan la línea policial, un método de legalidad dudosa que Marruecos acepta. El PSOE se opone.
» Cuchillas. Pese a la enorme presión, Interior ha decidido no retirar las polémicas cuchillas. Ahora busca una nueva fórmula, más eficaz, de impedir que los inmigrantes salten la valla. Al Gobierno le interesaría tener el apoyo del PSOE, que ha sido muy crítico con las concertinas.
» Material antidisturbios. El Gobierno ya ha dado la orden de no usar nunca más pelotas de goma contra los inmigrantes, y mucho menos en el agua. El PSOE está satisfecho con este cambio, pero aún hay mucho que discutir sobre otras técnicas agresivas para frenar a los inmigrantes.
“Acuerdo de Estado”
C. E. C. / F. G., Madrid
El discurso de Antonio Trevín, el portavoz socialista, dejó muy claro que el principal partido de la oposición está abierto a un pacto de Estado sobre inmigración. “Una cosa es la explicación de lo que pasó en Ceuta y otra la política de inmigración. En política de inmigración vamos a buscar acuerdos de Estado, pero sobre Ceuta hace falta que alguien dé una explicación en España, y desgraciadamente no se ha dado todavía. Ambas cosas son absolutamente separables”, arrancó, para rematar: “Una vez que se clarifique, nos tienen a su disposición para hablar de esa política de Estado. Sabe que tenemos puntos en común que a lo largo de estos días, tanto ustedes como nosotros, hemos explicitado. Para empezar, en cuanto a Europa. Por supuesto que queremos ir apoyando al Gobierno a instancias europeas para dejar claro que somos la frontera sur de Europa. No es un problema exclusivamente de fronteras españolas. Pero deben entender que lo que estamos planteando va más allá. Si hay que tener autocontención en un asunto como este, y podemos estar de acuerdo, si hay que tener responsabilidad y altura de miras, quien debe tenerlas en primer lugar y a quien más se le debe exigir es a los responsables del ministerio”.
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