La tensión entre el Gobierno y la oposición socialista a raíz de los sucesos del 6 de febrero en Ceuta bajó ayer unos cuantos grados. En un debate parlamentario mucho más constructivo que los anteriores, el ministro Jorge Fernández Díaz combinó su clamor por un pacto de Estado en inmigración con el ofrecimiento de una nueva comparecencia sobre los incidentes en que 15 subsaharianos murieron cuando intentaban llegar a nado a la costa española.
Fernández supeditó la comparecencia parlamentaria a que la juez de Ceuta que instruye el caso le autorice a entregar a los grupos todos los informes y diligencias sobre la tragedia. La explicación correría a cargo del secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez. Y habría de incluir, ante todo, cumplidas aclaraciones sobre la actuación de la Guardia Civil ante los inmigrantes. Tal como el ministro acabó admitiendo tras iniciales negaciones y contradicciones del delegado del Gobierno y el jefe del instituto armado, los agentes dispararon pelotas de goma al agua mientras los africanos nadaban hacia la playa del Tarajal.
En respuesta a esas contradicciones y a una primera reacción de Fernández que juzgaron insuficiente, PSOE e Izquierda Plural pidieron una comisión de investigación. Cuando la mayoría del PP lo rechazó, el grupo socialista anunció la reprobación del ministro a través de la moción que, el miércoles, debe seguir a la interpelación debatida ayer.
Con su oferta de comparecencia, Fernández consiguió parar el golpe de manera provisional. Ganó tiempo, al menos. Tal como sugirió el diputado socialista Antonio Trevín en su respuesta al ministro, y según confirmaron fuentes de su formación, el PSOE renunciará a reprobar el ministro si el secretario de Estado comparece de manera convincente.
Trevín señaló la disposición del PSOE a entablar conversaciones para un pacto de Estado que refuerce la posición española ante la Unión Europea. Se trata de que Bruselas asuma que las de Ceuta y Melilla son “fronteras de Europa”. Trevín admitió que la “rectificación” del ministro había creado un “nuevo escenario”. Pero insistió en que el PSOE no se conformará con un “paripé”; mucho menos con un intento de echar tierra sobre lo sucedido en Ceuta. “Exigimos una verdadera clarificación”, dijo.
Mientras, la Guardia Civil ofreció ayer un nuevo y elocuente dato sobre la inmigración clandestina: en lo que va de año, han sido localizados 350 menores ocultos cerca del puerto a la espera de subir a uno de los barcos que llevan a la Península. Y precisamente anoche fueron hallados tres subsaharianos escondidos en el maletero de un coche que pretendía cruzar de Marruecos a Melilla por el paso fronterizo de Beni-Enzar.