Veinte inmigrantes entran en Melilla durante una avalancha de 150 subsaharianos a la valla

La coordinación entre las fuerzas españolas y las marroquíes ha impedido que la mayoría accediera a suelo español

Las Provincias, JESÚS BLASCO DE AVELLANEDA, 11-03-2014

Un nuevo intento de entrada irregular de inmigrantes a Melilla ha tenido lugar esta madrugada. Entre las 00:00 y las 00:15 horas, un grupo formado por unos 150 inmigrantes de origen subsahariano ha intentado acceder a la ciudad autónoma superando el triple vallado de más de seis metros de altura, que separa el enclave español de la ciudad marroquí de Nador.

El salto se ha producido cerca del límite norte de la ciudad, por la zona de los pinares de Rostrogordo. Según fuentes policiales, el salto ha sido limpio y rápido, aunque la coordinación entre las fuerzas españolas y las marroquíes ha impedido que la mayoría de los inmigrantes accediera a suelo español.

Un total de 20 inmigrantes ha conseguido su objetivo y ha logrado entrar en España burlando los férreos controles anti-intrusión que se han desplegado en la zona en pocos minutos. A estas personas que han llegado a Melilla se les abrirá un expediente de expulsión en la Jefatura Superior de Policía, en cumplimiento de la Ley de Extranjería, y mientras esperan que se haga efectivo el mismo serán acogidos en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI).

Ha sido un fin de semana tenso, con varios avistamientos lejanos de grupos de inmigrantes e incluso algún acercamiento rápido con la pretensión de llegar hasta el vallado fronterizo, según informan fuentes policiales. De hecho, en torno a las 07:00 horas del domingo, unos 700 subsaharianos, divididos en dos grupos de 500 y 200 inmigrantes, se ha acercado hasta las proximidades del perímetro fronterizo por la zona sur, entre los pasos de Beni Enzar y Barrio Chino.

Las Fuerzas Auxiliares marroquíes, con el apoyo de los cuerpos antidisturbios de la Gendarmería Real alauí y del helicóptero de la Guardia Civil, han logrado repeler estos acercamientos a varios cientos de metros del vallado, sin que ningún inmigrante haya logrado siquiera acercarse a la frontera.

La Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) en Melilla ha señalado que el inicio de la instalación de las mallas anti-trepa en el vallado, que se prevé que dificulte notablemente la subida del mismo, “hace que suba la tensión en la valla” ya que los inmigrantes que hay esperando en los campamentos del monte Gurugú y en los asentamientos de la provincia de Nador, que se cifran en torno a los 2.500, querrán intentar acceder a la ciudad española antes de que la entrada sea más complicada y peligrosa.

Esta ha sido la primera entrada de inmigrantes a través del vallado fronterizo desde que el pasado viernes, 28 de febrero, 214 subsaharianos lograran entrar de madrugada por la zona próxima al arroyo de Beni Enzar. Aquel salto, fue la segunda mayor entrada irregular de inmigrantes a España, sólo superada por la que tuvo lugar el 3 de octubre de 2005, cuando 320 subsaharianos lograban llegar a Melilla, por la misma zona de salto, en un intento protagonizado por más de 700 inmigrantes.

El CETI sigue colapsado

A pesar de que en el último mes se están produciendo hasta dos salidas semanales de grupos de inmigrantes hacia la Península, el centro de acogida de inmigrantes de Melilla sigue triplicando su capacidad óptima, máxime tras la llegada esta mañana de 20 inmigrantes subsaharianos a través del vallado fronterizo. El director del centro, Carlos Montero, cree que en las próximas horas podría aumentar la cifra de internos, debido a los inmigrantes que todavía pueden estar escondidos por la ciudad y a que durante estos días muchos otros grupos van a seguir intentando saltar la valla.

La semana pasada partían más de 150 inmigrantes a Centros de Internamientos de Extranjeros (CIE) y centros de acogida repartidos por toda la geografía española. Pero, el CETI de Melilla sigue alojando actualmente a más de 1.200 personas, cuando su capacidad óptima está en las 480 plazas. Por eso, están siendo reforzados los servicios sanitarios, de cocina y de seguridad. Además, el Ejército y Cruz Roja han instalado 11 tiendas de campaña, dotadas con 50 literas cada una, para poder atender a la gran demanda de internos.

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