Internacional / Reino Unido
Cameron y Clegg prefieren empleadas del hogar extranjeras en pleno debate «antiinmigración»
La mujer del primer ministro británico agilizó los trámites legales de su niñera de Nepal para conseguir un pasaporte británico en 2010
ABC, , 11-03-2014El endurecimiento del discurso sobre inmigración del Gobierno de coalición británico, que busca desesperadamente poner coto a la entrada de extranjeros en Reino Unido, contrasta con la preferencia de sus líderes, el primer ministro, David Cameron y su segundo, Nick Clegg, por emplear a esa mano de obra foránea para cuidar de sus hijos o asumir las labores domésticas de su hogar.
Este fin de semana, los británicos se desayunaban con la gran noticia de que la mujer del primer ministro, Samantha Cameron, se encargó personalmente de agilizar los trámites legales de su niñera de Nepal para conseguir un pasaporte británico. El tortuoso proceso que conlleva para cualquier ciudadano de a pie se convirtió en un camino de rosas para Gita Lima, gracias a Samantha, según divulgan los rotativos británicos.
La niñera consiguió la ciudadanía británica a finales de 2010, meses después de que los Cameron se mudaran al 10 de Downing Street, tras la victoria electoral en mayo de ese año. Los trámites ordinarios requieren unos seis meses para procesar la solicitud.
La preferencia de los Cameron por las «nannies» extranjeras, lejos de ser un caso aislado, se refuerza al conocer que la cuidadora que sustituyó a Lima, Sammi Strange, también es extranjera. Antes de que le sacaran a la palestra, el viceprimer ministro, el liberal demócrata David Clegg, ha preferido reconocer que tiene a una mujer belga como asistenta doméstica.
Las críticas hacia una elite gubernamental que por un lado conmina a potenciales inmigrantes endureciendo el acceso a subsidios, entre otras medidas, para luego contratarlos ellos mismos no se han hecho esperar. El nuevo secretario de Estado de Inmigración, James Brokenshire, ha acusado a la «pudiente clase política de beneficiarse de la mano de obra barata de los inmigrantes, mientras que a empleadores normales se les sanciona si tratan de aprovecharse de los extranjeros».
No hay que olvidar que Brokenshire asumió el cargo hace tan sólo unas semanas después de que su antecesor, Mark Harper, se viera obligado a dimitir al reconocer que había empleado a una asistenta doméstica sin papeles. Paradójicamente, Harper impulsó una controvertida campaña publicitaria que paseaba carteles con consignas polémicas como «vete a casa o serás detenido» en furgonetas que circulaban por los distritos londinenses con mayor inmigración.
Ante tal revuelo, la oficina del primer ministro británico se ha visto obligada a emitir un comunicado en el que afirman que el proceso legal de aplicación se desarrolló de forma ordinaria y la esposa de Cameron figuraba en sus documentos como empleadora.
La revelación de los trapicheos de Sam Cam (como se la conoce popularmente) arrecian el agrio debate de la llegada de extranjeros a Reino Unido en un momento en que su marido se ha comprometido a reducir la inmigración neta – actualmente en ejecución en más de 250 000 – a menos de 100.000 para el año 2015. Con las encuestas en contra, tanto para las elecciones europeas de mayo como para las nacionales del año próximo, Cameron está tratando de contener la amenaza del Partido por la Independencia de Reino Unido (UKIP), cuya diatriba hacia la inmigración y la Unión Europea recala cada vez más en el electorado.
El siempre procaz líder del UKIP, Nigel Farage, no ha desaprovechado esta valiosa oportunidad para criticar al adversario. «Este es un ejemplo perfecto de una desorientada y adinerada elite que domina ahora la política en el Reino Unido. Los británicos decentes ordinarios están pagando el precio por la pérdida de puestos de trabajo y una depreciación salarial significativa en los últimos años».
Entroncando con la presión ejercida por el UKIP, Cameron además ha garantizado en sus últimos discursos sobre inmigración que buscará un perfil de inmigrante con estudios y cualificados. «Queremos a los mejores y más brillantes que puedan contribuir a la economía del país», declaró el líder Tory en un discurso.
Los Cameron contrataron a la niñera nepalesa, que no destaca precisamente por tener una gran cualificación educacional o vocacional, para ayudar a cuidar a su hijo discapacitado Ivan, que murió en 2009. Ella procedía de una organización benéfica llamada Kalayaan, que ayuda a los inmigrantes que buscan escapar de sus empleadores abusivos.
El Partido Laborista no ha desperdiciado esta ocasión para cargar las tintas contra el primer ministro exigiendo una transparencia total sobre el personal empleado por Cameron en su propio hogar.
«Debe haber una completa transparencia y apertura del primer ministro sobre cualquier contacto entre él, su oficina y el Ministerio del Interior en relación con la niñera de su familia», exigió, Phil Wilson, el diputado laborista.
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