El éxodo se intensifica
Los primeros datos del 2013 muestran que la emigración española creció y tuvo una fuerte alza en el primer destino, el Reino Unido
La Vanguardia, , 10-03-2014La emigración española al extranjero se intensificó el año pasado, de acuerdo con los primeros indicadores disponibles. A la espera de que en junio el Instituto Nacional de Estadística (INE) publique los datos oficiales del 2013, hay ya algunas muestras de que el flujo migratorio cobró una mayor potencia. En el censo electoral exterior se registró el año pasado un nuevo récord de altas procedentes del interior, con 54.662, frente a las 42.003 del 2012. El aumento también se observa en los datos de la seguridad social del Reino Unido, que muestran la incorporación de 51.729 españoles, frente a los 38.075 del año anterior.
LA VANGUARDIA
FUENTE: Oficina del Censo Electoral de España
El cruce de estos dos datos, en los que el crecimiento del éxodo británico casi equivale al del censo electoral exterior español de todo el planeta, refleja la considerable dificultad de cuantificar la corriente migratoria hacia al exterior que surgió en la España de la crisis, un problema habitual que se agrava en tiempos de la libre circulación dentro del continente. Por ejemplo, Fernández Calviño, el exdiputado gallego que se fue a Dinamarca, se inscribió como extranjero en ese país, pero no lo hizo en el consulado. Tampoco hizo ese trámite la exconcejal Sandra Álvarez, que está en Suiza.
Este desfase fue estudiado por la socióloga del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Amparo González-Ferrer, que comprobó que las estadísticas del Reino Unido y Alemania, dos de los principales destinos de la emigración española, reflejan un volumen de llegadas cinco veces superior a las salidas hacia esos países registradas por los datos oficiales de España, basados en las altas consulares. Este hecho pone en tela de juicio la cifra oficial de 225.000 españoles que emigraron entre el 2008 y el 2012. González-Ferrer maneja la estimación de que habrían salido 700.000, al efectuar una extrapolación corregida a la baja para todo el mundo, a partir de los casos del Reino Unido y Alemania. En su cálculo no pudo incluir el caso francés, al no estar especificado el origen de los emigrantes, pero explica que sí comprobó la existencia de una desviación análoga en destinos de menor relevancia numérica, como Suiza o Noruega.
Frente a esta estimación expansiva, hay otra mucho más restrictiva, de Carmen González Enríquez, catedrática de Ciencia Política de la UNED e investigadora del Instituto Elcano. Sostiene que en el periodo de la crisis emigraron 40.000 españoles. Ese dato procede del aumento de los nacidos en España inscritos en el Padrón de Españoles Residentes en el Extranjero (PERE). Se trata de una cifra que tiene la virtud de discriminar entre los españoles nativos y los inmigrantes nacionalizados que regresan a su país de origen, como Ecuador, o que con el pasaporte español se van a otro, como Estados Unidos. Sin embargo, presenta el problema de que la antigua diáspora, la del siglo XX, tiene una edad avanzada y se producen fallecimientos que, aunque tarden en computarse, reducen el número total de españoles en el exterior.
En cualquier caso, la seguridad social británica y el censo electoral español indican que en el 2013 se produjo una nueva escalada. En el 2010 hubo en el Reino Unido 30.020 altas de trabajadores españoles, frente a las 38.075 del 2012 y las 51.729 del 2013. “No me esperaba un aumento tan fuerte el año pasado”, apunta González-Ferrer, en referencia a que, si bien no hubo una mejora de la situación española, tampoco se produjo un fuerte empeoramiento.
Pero si el Reino Unido registró la incorporación de 51.729 españoles a su mercado laboral, en el censo electoral español sólo hubo 6.285 altas en ese país. Como explica Xosé Manoel Núñez Seixas, catedrático de Historia de la Universidad de Munich, las diferencias entre las estadísticas migratorias de entrada y salida son “clásicas” y también existieron en las anteriores olas de la emigración española, aunque ahora, en la era del turismo masivo y del espacio sin fronteras de Schengen, las diferencias son distintas en relación con los tiempos en los que se contaba el número de pasajeros de los transatlánticos. “Está claro que los consulados sólo recogen una parte del flujo. Las altas a la Seguridad Social o equivalentes son mucho más fiables, sin duda”, sostiene Núñez Seixas.
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