El refuerzo del paso en Ceuta pasa factura a los inmigrantes
España paga 500 dólares a quienes regresen a su país antes de intentar el salto
Deia, , 10-03-2014Castillejos (Marruecos) – Los inmigrantes subsaharianos buscan estos días nuevas estrategias para sortear los controles desplegados por Marruecos con el fin de frenar los intentos de entrada a la ciudad española de Ceuta. “Estamos poniéndonos telefónicamente en contacto entre nosotros para ver en qué momento del mes lo volvemos a intentar bien por la vía marítima o la terrestre”, apunta Abdul, un nigeriano que lleva un año en Marruecos y que advierte de la presencia de una docena de furgonetas de las fuerzas auxiliares y de la Policía en Benyunes, punto en el que se han incrementado los controles y la vigilancia tras detectar inmigrantes en este lugar.
Tras la tragedia de Tarajal, en la que murieron ahogadas 15 personas, los intentos de asalto de los inmigrantes a Ceuta se han visto truncados debido al aumento de efectivos españoles y marroquíes en la frontera. En la carretera que conduce de Tánger a Castillejos, ciudad situada a los pies de la playa de Ceuta, grupos de jóvenes piden dinero y alimentos a los conductores de los coches que pasan.
Vienen del que llaman el bosque grande que se encuentra dentro de las montañas cercanas a Benyunes, uno de los puntos más calientes de Marruecos por donde intentan cruzar los inmigrantes, pero en menor medida a causa, según explican, de los radares térmicos y sensores de movimiento allí instalados. Estos inmigrantes no se esconden ante los vehículos que pasan porque ya ni siquiera temen los arrestos policiales. “No tenemos nada que perder”, destacan.
Sin dinero, enfermos, atrapados con deudas pendientes o directamente explotados por la mafias que les han llevado hasta la última etapa de la odisea para llegar a Europa. Esta es la realidad a la que se enfrentan muchos inmigrantes que esperan en Marruecos y por ello son muchos también los que prefieren no arriesgarse a tratar de acceder en Ceuta y Melilla y desean volver a su país. Para facilitar ese regreso, el Gobierno de España financia un programa de retorno voluntario. El sistema se fundamenta en sufragar el regreso a su casa de esas personas con 500 dólares. En los dos últimos años, 247 se han acogido al mismo.
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