tras la tragedia en ceuta

Fernández Díaz defiende a la Guardia Civil: «No hizo nada mal mientras no se demuestre lo contrario»

El ministro visita el centro de inmigrantes de Melilla, que se encuentra saturado tras las últimas entradas de subsaharianos

Diario Sur, AGENCIAS , 07-03-2014

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha afirmado hoy que en la tragedia de la frontera de Ceuta el pasado 6 de febrero, en la que fallecieron quince inmigrantes subsaharianos, la Guardia Civil “no hizo nada mal mientras no se demuestre lo contrario”.

En una rueda de prensa ofrecida en Melilla, el ministro ha querido reiterar el “dolor” que ha provocado esta tragedia, de la que hoy se cumple un mes, pero ha defendido, una vez más, la “extraordinaria profesionalidad y proporcionalidad” con la que trabaja la Guardia Civil para evitar las entradas masivas de inmigrantes. Además, ha afirmado que acusar como se ha acusado a los agentes del instituto armado de tener “responsabilidad” en las muertes de estas personas es no sólo “injusto”, sino que, además, es “inmoral”

Fernández Díaz se ha interesado por la situación que se vive en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla, muy saturado con las últimas entradas de subsaharianos. Al CETI se ha dirigido el ministro, acompañado por el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, así como de mandos de la Guardia Civil y de la Policía Nacional. Inicialmente, se había anunciado la cancelación de esta parte de la agenda del ministro, debido a problemas de tiempo, según habían apuntado fuentes de la Delegación del Gobierno, aunque finalmente se ha producido.

Previamente, se había aproximado al CETI la secretaria general de Inmigración y Emigración, Marina del Corral, que acompaña al ministro en su visita a Melilla. En la puerta del centro se ha establecido un fuerte despliegue policial compuesto por efectivos de la Unidad de Intervención Policial (UIP) y de los Grupos de Reserva y Seguridad (GRS) de la Guardia Civil.

También se encontraban en la puerta los familiares de los dos jóvenes melillenses fallecidos por disparos de la Marina Real Marroquí en octubre de 2013, que han increpado a la secretaria general y al ministro, que ha accedido al CETI en coche. Fernández Díaz ha recorrido las diferentes estancias del centro, incluida la zona en la que se han colocado tiendas de campaña, instaladas debido a su saturación. Las tiendas fueron cedidas por el Ejército, aunque actualmente están siendo sustituidas por otras de Cruz Roja, entidad que ha reforzado su colaboración con el CETI tras las últimas entradas masivas de la semana pasada. La ocupación del CETI continúa siendo extremadamente alta, con casi 1.300 inmigrantes acogidos de unas 40 nacionalidades.

Son fundamentalmente subsaharianos, ya que son los que protagonizan los asaltos masivos al vallado, aunque también hay un amplio grupo de sirios, que suelen entrar en un goteo constante a través de los puestos fronterizos, aprovechando su parecido físico con marroquíes.

Recorrido por la frontera

Antes de llegar al CETI, Fernández Díaz ha recorrido el perímetro fronterizo, empezando por el puesto de Beni Enzar, el principal de los cuatro pasos habilitados que existen entre Melilla y Marruecos. Allí, el ministro ha saludado y hablado con las autoridades aduaneras marroquíes, a las que ha agradecido su trabajo y su colaboración, y con las que ha posado ante los periodistas, en una foto que ha calificado como “histórica”. En este puesto, Interior prevé iniciar de manera inminente unas obras, que ya han sido adjudicadas, y que tienen como objeto mejorar tanto la fluidez como la seguridad del tránsito fronterizo. Tras Beni Enzar, Fernández Díaz se ha dirigido a la valla, con una parada en la zona de Villa Pilar, uno de los puntos habituales elegido por los inmigrantes para sus asaltos.

Los casi once kilómetros de perímetro que tiene Melilla están custodiados por un triple obstáculo, un doble vallado al que se suma, en medio de las dos verjas, un entramado de cables de acero entrelazados denominado sirga tridimensional. La sirga se instaló tras las avalanchas del año 2005 y durante años fue un obstáculo prácticamente infranqueable, pero actualmente es superado con relativa facilidad por los inmigrantes, hasta el punto de que la pasada semana una menor camerunesa se convirtió en la primera mujer en saltar la valla de Melilla.

La valla cuenta con las polémicas concertinas, el alambre de cuchillas retirado de la parte alta del perímetro en 2007, pero que siempre ha permanecido en la zona que da a Marruecos, menos visible. El coronel jefe de la Guardia Civil, Ambrosio Martín Villaseñor, ha ido explicando a Fernández Díaz las peculiaridades de la valla, incluida la zona en la que se colocará la malla “antitrepa”, anunciada ayer en Ceuta por el ministro. El último acto de la agenda del ministro, antes de comparecer en rueda de prensa, es una reunión en la Delegación del Gobierno con los máximos responsables de la Policía y de la Guardia Civil.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)