“Emergencia de Estado” es la situación en la que se encuentran las ciudades de Ceuta y Melilla ante la presión migratoria de las últimas semanas. El ministro del Interior, Jorge Fernández, culminó ayer su visita de dos días a las ciudades españolas del norte de África y puso en relación los últimos acontecimientos, con varios intentos masivos de superar las vallas fronterizas, con los acontecimientos vividos en los años 2005 y 2006.
JOSÉ COLÓN/ AFP
En Melilla. El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, durante su visita ayer al centro de estancia temporal de inmigrantes (CETI) de Melilla, que acoge a un millar de inmigrantes en situación irregular
Tras agradecer la labor de la Guardia Civil en su labor de control, y destacar que con ello contribuye a la “seguridad de los españoles, y, sin seguridad, no podríamos hablar de libertad ni de ejercer derechos”, el titular del Interior anunció mejoras en la valla de Melilla con una inversión que rondará el millón y medio de euros, al tiempo que descartó totalmente la presencia del ejército en apoyo a la Guardia Civil.
Las medidas supondrán la colocación de la “malla antitrepa” que ya anunció en Melilla, tanto en la valla interior como en la exterior, y de tres torretas con cámaras térmicas de vigilancia así como la eliminación de todos los elementos del vallado que puedan ayudar a los inmigrantes a dar el salto. La malla está compuesta por unas planchas de metales entrecruzados cuyos pequeños agujeros dificultan la introducción de los dedos de las personas que pretenden escalar por ellas. Además, están rellenas de elementos cerámicos que impiden que puedan ser cortadas.
Fernández repitió en Melilla el esquema utilizado el día anterior en Ceuta. Una revisión del perímetro fronterizo, que también incluyó un saludo a los mandos marroquíes del otro lado de la valla, y una visita al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes, que finalmente llevó a cabo aunque a primera hora de la mañana se había eliminado del programa “por falta de tiempo”. A su llegada al centro, que se encuentra al borde del colapso con casi 1.400 personas acogidas cuando su aforo máximo es de 480, el ministro fue increpado por un grupo de refugiados sirios que exigían su traslado a Madrid y por los padres de dos jóvenes españoles fallecidos en octubre del 2013 por disparos de la Marina Real marroquí.