Como nuestra Guardia Civil, cuyos miembros componen el Instituto Armado (y de ayuda benemérita, llegado el caso) no se deja manipular… es por ello por lo que se va contra ella. Ésta siempre cumple fielmente con rigurosa responsabilidad y eficacia los cometidos y misiones que se le encomienda. Siempre ejercidos desde una actuación profesional impecable sujeta a la ley, nunca a los vaivenes (posiblemente interesados) de partido.

A mi entender y modo de ver, todo es debido a tantos y tan buenos resultados como se van produciendo por las investigaciones que la Guardia Civil va descubriendo y aflorando día a día: robos y malversaciones a las arcas públicas, estafas de sindicatos, mordidas cuantiosas, empresas ficticias de blanqueo de dinero público, ERE falsos tan numerosos como cuantiosos…, que se han venido perpetrando por dirigentes socialistas de manera ininterrumpida desde la Junta de Andalucía de manera especial.

Esta es la razón, no lo duden, de denuncia, acoso, con anticipada culpabilidad hacia la actuación de la Guardia Civil por las lamentables muertes de inmigrantes ilegales en nuestras fronteras africanas. Olvidando todo el sacrificio realizado por sus miembros, incluso de heridas sufridas físicas y psíquicas (pues también son hombres y mujeres como nosotros) que durante muchos años vienen padeciendo, al frenar y contener la avalancha ilegal (de paso también a Europa) con asedio masivo y bien canalizado por las mafias africanas, sin el apoyo internacional debido y con escasos medios a su alcance.

Descargan su venenosa adrenalina contra la Guardia Civil, ahora inclinada la balanza (dado el avance esclarecedor del caso) hacia el Gobierno. Olvidando también que son precisamente ellos (los que presumen de humanidad), más claro, todo el arco parlamentario de izquierdas que lidera el partido socialista (que recuerdo que fue bajo su mandato cuando se levantaron las barreras disuasorias) los que incitan a matar, incluso por ley, a miles y miles de inocentes criaturas en las mismas «fronteras de la vida», el vientre materno, con el criminal aborto, ya considerado como genocidio. ¡No cabe mayor cinismo, falsa humanidad, desvergüenza y vileza! Insisto, la Guardia Civil no permite que sea manipulada su actuación, y con ella no se juega, y menos exigiéndole ahora, además, prudencia.