“La política de inmigración hay que acometerla como una política de Estado. Tengo que decir que el expresidente Rodríguez Zapatero me llamó hace unos días y me habló en esos términos. Estoy de acuerdo, pero me gustaría que su partido le hiciese caso”, manifestó ayer el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, en el transcurso de la rueda de prensa que puso fin a su visita a Ceuta, un mes después de la tragedia del 6 de febrero, en la que murieron ahogados quince inmigrantes subsaharianos.
REDUAN / EFE
El ministro, durante el recorrido por el perímetro fronterizo en Ceuta, en su visita de ayer
El titular de Interior recorrió, en compañía del presidente del Ejecutivo autónomo, Juan José Vivas, y del delegado del Gobierno, Francisco Antonio González, la mayor parte de los ocho kilómetros de la valla fronteriza que existe entre Ceuta y Marruecos, desde el extremo norte, en la bahía de Benzú, hasta la zona del paso fronterizo de Tarajal, escenario de la tragedia hace un mes. Tras almorzar con los mandos de la Guardia Civil, Fernández Díaz visitó por la tarde el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), que actualmente acoge a 560 extranjeros.
En un momento del recorrido se acercó a saludar a los mandos de la Gendarmería y las Fuerzas Auxiliares de Marruecos en el puesto fronterizo de Bab Sebta. Posteriormente, en la rueda de prensa, recalcaría que “Marruecos es un país vecino, socio, amigo y aliado, y todo lo que sea estrechar relaciones con ellos será beneficioso para los dos países”.
Tras defender con vehemencia la labor de la Guardia Civil y asegurar que es “injusto e inmoral acusar a la institución de actuar sin tener en cuenta los derechos humanos y la legislación vigente”, el ministro repitió en varias ocasiones ante la prensa que “la defensa de las fronteras de España, que también son de la UE, es un derecho y un deber y lo vamos a seguir haciendo”.
Anunció Fernández Díaz que el trazado de las vallas fronterizas de Ceuta y Melilla “se va a revisar de arriba abajo” y señaló que ya está muy avanzado el proyecto de instalar una “malla contra los intentos de trepar”, que los técnicos consideran muy eficaz pero cuyas características no desveló. También se enviará a Ceuta otro módulo de las fuerzas de intervención rápida de la Guardia Civil (20 agentes) que se unirá a los dos ya existentes, así como un helicóptero para llevar a cabo labores de prevención y disuasión. Y se ampliarán los espigones de Tarajal y Benzú para impedir que los inmigrantes puedan acceder a nado a la parte española. Sobre la presencia de las concertinas, y tras recalcar que este sistema de disuasión “pasivo” fue colocado por los gobiernos socialistas, insistió en su conocida tesis de que “si alguien nos propone otros sistema que sea igual de eficaz, estamos dispuestos a estudiarlo. Pero nadie nos ha propuesto nada”.
En un plano más político, Fernández Díaz no quiso hacer comentarios sobre los sucesos del 6 de febrero “que se encuentran en sede judicial, sub iúdice”, y lamentó la insistencia del PSOE en exigir una comisión de investigación en el Congreso de los Diputados. “Se quiere desgastar al Gobierno –advirtió–, pero cuando se hace con una tragedia que se ha cobrado vidas humanas no me parece admisible. Con la investigación judicial –añadió–, la publicación de los vídeos y mi comparecencia en la comisión de Interior me parece que hay más que suficiente”.