Bilbao – La cifra no es nueva y de hecho las organizaciones que trabajan con los inmigrantes aseguran que son exageradas, pero ayer el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, la volvió a recordar. Según él, unos 80.000 subsaharianos esperan en Marruecos y Mauritania la oportunidad de entrar en Ceuta y Melilla, un sueño que ayer vieron frustrado, de momento, 1.500 inmigrantes. No obstante, sea la cifra que sea, lo que es indudable es que esta nueva crisis migratoria refleja la situación de emergencia que vive África y obliga a miles de personas a jugarse la vida con el fin de entrar en lo que para ellos es un sueño dorado, aunque sea en las condiciones límites en las que se encuentran en los centros de refugiados temporales de Ceuta y Melilla

Tras la avalancha del pasado 6 de febrero, saldada con quince muertos, Ceuta volvió a ser escenario la madrugada de ayer de un asalto masivo, el más multitudinario que se ha producido en la ciudad autónoma. Las autoridades marroquíes aseguraron que impidieron la entrada de 870 emigrantes, mientras que la Delegación del Gobierno en Ceuta cifró en 1.500 las personas que, en varias tandas entre las 5.30 y las 8.30 horas, trataron de asaltar el vallado del perímetro fronterizo en la ciudad autónoma, sin conseguirlo en ningún caso. La tercera oleada optó por huir.

Se trata del intento de asalto más numeroso registrado últimamente, después de que el pasado 28 de febrero 214 inmigrantes lograran entrar en Melilla, que este año 2014 sufre repetidos asaltos que han creado una situación de “emergencia y delicada”, en palabras del titular de Interior, quien volvió a reclamar a la oposición una “política de Estado” en materia de inmigración y la UE que se involucre en un problema que le afecta.

Fernández Díaz afirmó que en Marruecos hay actualmente unos 40.000 inmigrantes, la mayoría subsaharianos, esperando para poder entrar en Ceuta y Melilla y otros 40.000 están en Mauritania con la misma intención. El ministro explicó que estas cifras se las ha facilitado el ministro del Interior de Marruecos, Mohamed Hassad, con quien se reunió recientemente en París, y que también han sido corroboradas por los servicios de inteligencia españoles, aunque otras fuentes aseguran que es completamente exagerada.

“Tenemos una oleada inmigratoria de miles y miles de personas que pretenden llegar a España y a la UE de manera ilegal”, advirtió Jorge Fernández, que aseguró que el Estado español no va a renunciar a su derecho de controlar sus fronteras, y defendió el trabajo de la Guardia Civil en Ceuta y Melilla.

Según dijo, “España no va a renunciar en ningún momento al derecho y al deber que tiene de controlar sus fronteras, y los perímetros fronterizos de Ceuta y Melilla van a seguir siendo custodiados para evitar que se entre en España de manera ilegal”. Sobre el intento la madrugada de ayer de cruzar la frontera en Ceuta por parte de más de mil inmigrantes, aseguró que “es evidente que las mafias criminales que trafican con seres humanos están detrás de todo este movimiento y están muy pendientes de lo que pasa en España”. En este sentido, insistió en la teoría de que estas organizaciones criminales están pendientes “de que se ha cuestionado la labor de la Guardia Civil, de las divisiones políticas y entienden eso como una muestra de debilidad y están diciendo que ahora o nunca”.

El ministro también destacó que ayer no se produjera ninguna entrada irregular de inmigrantes en el Estado y agradeció la colaboración de la Gendarmería real y de las Fuerzas Armadas marroquíes con la Guardia Civil y la Policía Nacional para evitar “que esas personas que son inmigrantes ilegales en Marruecos pasen a ser inmigrantes ilegales en España”.

Reprobación del ministro Mientras, en el plano político, la portavoz del PSOE el Congreso, Soraya Rodríguez, anunció ayer que pedirá la reprobación del titular de Interior tras la negativa de la Junta de Portavoces del Congreso, con mayoría del PP, a abrir una comisión de investigación sobre los sucesos en los que fallecieron quince inmigrantes.

El ministro tachó de “absoluta irresponsabilidad” que PSOE e Izquierda Plural pidan una comisión de investigación en el Congreso. Desde el PP, el diputado José Antonio Bermúdez de Castro justificó la oposición de los populares a la comisión de investigación, ya que la consideran innecesaria puesto que el Gobierno y el ministro del Interior, dijo, han dado “cumplidas explicaciones” con un ejercicio de transparencia “sin precedentes”.

Sin embargo, el portavoz de la Izquierda Plural en el Congreso y diputado de IU, José Luis Centella, criticó que el PP no haya aceptado las peticiones “de nuevo ha ejercido su rodillo y capacidad de veto y ha impedido la creación de una comisión de investigación ante lo acaecido en Ceuta. Con esta actitud pierde toda la credibilidad en la propuesta de modificar el reglamento”, subrayó. Aseguró que el Gobierno no ha remitido las cintas de grabación que le han reclamado sobre la madrugada de ese 6 de febrero desde la Izquierda plural. “El que algo oculta algo teme”, apostilló.

También en Ceuta, la Policía y la Guardia Civil se mantienen en situación de alerta ante la posibilidad de que los inmigrantes que fueran rechazados vuelvan a intentar la entrada por algún otro punto del perímetro fronterizo. Precisamente, en esta ciudad autónoma, el PP ha convocado una concentración en apoyo a la Guardia Civil y, en Melilla, su presidente, Juan José Imbroda, pidió al Gobierno que adopte medidas “firmes” que impliquen un cambio legislativo en la normativa de extranjería, como una de las vías para frenar la presión migratoria.

Querella contra Malmström Por otra parte, la Unión de Guardia Civiles (UGC) presentó en la Audiencia Nacional una querella contra la comisaria europea de Interior, Cecilia Malmström, por calumnias e injurias al considerar que sugirió que la actuación de los agentes causó la tragedia de Ceuta. “No entendemos como la señora Malsmtröm ha podido llegar a acusar a los guardias civiles de un crimen tan grave como el de homicidio por imprudencia al afirmar que no se les apuntó directamente, pero ello creó tal pánico que quince personas se ahogaron”, aseguran los guardias civiles.