La Guardia Urbana de Barcelona
desalojó ayer una nave en el barrio
del Poble Nou por mal estado
y riesgo de incendio. En el edificio,
situado en la calle Pujades
106 y conocido como Centre Social
Okupat (CSO) Babel, vivía
una treintena de inmigrantes subsaharianos
que se dedicaban a la
recogida y venta de chatarra.
La operación, en la que intervinieron
una unidad de bomberos y
varios furgones policiales, transcurrió
entre las 12 y las 18 horas y se
cerró con 25 personas desalojadas.
Según el Ayuntamiento, se les facilitará
acceso a servicios sociales.
Fuentes institucionales aseguraron
que la orden inminente de desalojo
se produjo después de que
Bombers detectara el deficiente estado
del edificio y el peligro que suponía
para las personas que lo habitaban
la acumulación de materiales
inflamables, como madera o
plásticos. Los materiales con los
que los inmigrantes, la mayoría sin
papeles y venidos de Senegal o Camerún,
se ganaban la vida.
Las personas afectadas, que ya vivieron
algunas de ellas el desalojo de
300 inmigrantes de la calle
Puigcerdà en julio de 2013, manifestaron
su rechazo a la medida tomada
por el Ayuntamiento debido al poco
margen que les dieron para recoger
sus pertenencias y a las escasas
alternativas que tendrán ahora. «Nos
avisaron la misma mañana, no pudimos
recoger lo poco que teníamos»,
afirmaba Joseph Amba, un camerunés
que vivía en la nave.
«Tenemos derechos», gritaban
algunos, mientras la policía acordonaba
la zona y la calle, cortada,
se llenaba de maletas, televisores
de cubo, guitarras y carritos
de compra. Tomás Alonso, que
ofrece apoyo al colectivo, manifestó
su indignación: «Siempre
nos hemos aprovechado del tercer
mundo, no es justo que ahora
no los queramos ayudar».