Doce años de esclavitud
El Mundo, , 05-03-2014Sr. Director: Aún estoy impresionado por la película que menciono en el título, que todos deberíamos ver y no olvidar. Los esclavos veían a sus amos como bestialmente inhumanos. Explotadores a fuerza de látigo. Sin ninguna compasión. Brutales. Convencidos de que hasta la Biblia les respaldaba en su egoísmo. Y gracias a la película, descubrimos la verdad y nos resultan repelentes a nosotros esos amos ciegos a las necesidades de sus esclavos. Tan inhumanos y repelentes como ellos somos nosotros actualmente frente a los míseros emigrantes de África. Con una diferencia, que los vemos todos los días, no en las películas, sino en Ceuta, Melilla y Lampedusa. Tenemos que humanizarnos para acogerlos aunque ahora nos parezca que no caben. Descubriremos lo bueno que es portarse como personas, lo que más necesitamos. Pablo Osés Azcona. Fuengirola, Málaga.
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