El enfado de Bruselas con Madrid a cuenta de la tragedia de Ceuta es recíproco y así se lo hizo saber ayer el Gobierno a la comisaria europea de Interior, Cecilia Malmström, en su primera reunión cara a cara desde el inicio de la polémica.
JAVIER GARCÍA MARTÍN / EFE
El ministro del Interior expresó la “contrariedad” del Gobierno español a la comisaria Malmström
“Le he manifestado mi contrariedad y la del Gobierno de España por estas declaraciones” y por el hecho de que hubiera utilizado medios que “no son la forma de relacionarse entre un Estado miembro y la Comisión Europea sobre un asunto tan sensible”, explicó el ministro, en alusión al mensaje que Malmström lanzó por una vía la red social Twitter para hacer saber su honda preocupación por la muerte de 15 personas cuando trataban de entrar en Ceuta por aguas marroquíes y anunciar que pediría explicaciones a las autoridades españolas, antes incluso de ponerse en contacto con el Gobierno.
Sus declaraciones sobre estos hechos fueron “inadecuadas” e “imprudentes”, enfatizó Fernández Díaz, que entró con el gesto contrariado a la reunión de una hora que ayer mantuvo con Malmström en su despacho en la Comisión, mientras ella se deshacía en sonrisas y gestos amistosos. Si no hubo otras citas antes “no ha sido por falta de disponibilidad por mi parte”, dijo Fernández, que también expresó su disgusto porque la comisaria no tuviera tiempo antes para reunirse con el embajador español y siguiera haciendo declaraciones sobre “un asunto que está sub júdice”.
El ministro le hizo llegar su malestar porque, en unas declaraciones a la radio pública sueca, diera a entender la semana pasada que existe una relación directa entre el uso de “balas de goma” (son “pelotas”, matizó el ministro) y la muerte de estas personas, algo que de acuerdo con el Gobierno no está demostrado. “No se ha acreditado que haya relación causa-efecto entre la actuación de la Guardia Civil y los fallecimientos”, subrayó Fernández Díaz. En una comparecencia de prensa posterior, la comisaria trató de rebajar el tono de su enfrentamiento con Madrid. “No he acusado a nadie de las trágicas muertes, solo expresé mi preocupación, recalcó Malmström, escudándose en informaciones varias de que “podría haber una relación” entre el uso de “pelotas de goma” (y no balas) y los ahogamientos, a pesar de que este matiz no consta en sus polémicas declaraciones sobre la relación causa efecto entre ambos hechos.
La comisaria dio marcha atrás respecto a las declaraciones de su equipo de que se planteaba abrir un procedimiento de infracción a España por el posible uso de medios no proporcionales en la defensa de sus fronteras exteriores. “Nunca se ha planteado abrir un expediente, siempre hemos dicho que hemos pedido explicaciones y pedido que abrieran una investigación, algo que hicieron muy rápido (…) y esperamos los resultados de esa investigación”, zanjó Malmström.
Fernández Díaz se declaró satisfecho por la reunión, que aprovechó para entregar a la comisaria una carta con proyectos valorados en 45 millones de euros para los que desea obtener ayuda europea con carácter urgente. Son proyectos “inaplazables si queremos hacer frente a la situación de emergencia que se está viviendo en las ciudades de Ceuta y Melilla”, recalcó el ministro, que ha invitado a Malmström a visitar estas ciudades. “Conocer personalmente la realidad, es fundamental para luego poder opinar”, lanzó el ministro.
El Gobierno quiere ayudas para aumentar los equipos operativos conjuntos de España y Marruecos, terminar de desplegar el Sistema Integral de Vigilancia Exterior, mejorar los medios en los Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes de Ceuta y Melilla y reforzar los 20 km de perímetro que tienen estas ciudades con Marruecos (vésase la información en la página interior). También pide financiación para los proyectos que lleva a cabo el Gobierno con terceros países para prevenir la emigración en origen.
En la misiva, a la que ha tenido acceso La Vanguardia, el ministro recuerda a la Comisión que España “en tanto que frontera exterior de la UE, ejerce su responsabilidad de control fronterizo en beneficio de la Unión” y avisa que actualmente hay “40.000 candidatos a la inmigración irregular en Marruecos” y otros tantos dispuestos a entrar al reino alauí con iguales intenciones.
El ministro achacó el aumento de los intentos de ingreso irregular en territorio español a las críticas de Bruselas a la actuación de la Guardia Civil. “De todas estas polémicas, y así se lo he trasladado a la comisaria Malmström, las mafias están muy pendientes, muy atentas, entendiendo que ahora o nunca. Y por eso están pasando las cosas que están pasando”, dijo. El pasado viernes, recordó, entraron 214 personas ilegalmente en Melilla, cifra que no se veía desde el año 2005. El goteo continúa. Un grupo de 15 inmigrantes de origen subsahariano llegaron en la madrugada de ayer a Melilla a bordo de una patera, la segunda en menos de 24 horas. Y paralelamente, tres inmigrantes subsaharianos consiguieron ayer saltar la doble valla fronteriza que separa Ceuta de Marruecos, aunque uno pudo ser detenido. El asalto al vallado se produjo prácticamente por el mismo sitio en el que el domingo entraron otros tres inmigrantes.
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