Cine / Gala de los Oscar
Lupita Nyong’o marca el ritmo en la alfombra
El Mundo, , 03-03-2014Y al final, salió el sol. Después de tres días de tormentas intensas sobre la sequía californiana, la Academia de Hollywood respiró aliviada por tener un desfile de celebridades sin agua, inundada de estrellas, de gente con ganas de dejarse ver en busca de su próximo trabajo y de los nervios de los nominados y principales favoritos, que como siempre tardaron un tiempo en dejarse ver.
De salida, la alfombra roja se llenó de secundarios, gente como Olivia Wilde y Jason Sudeikis, John Legend o Pharell, vestido con pantalones cortos para dar la nota y ponerle un toque de color al desfile de estrellas desde temprano, que al final es de lo que se trata. Fue el esperado aperitivo antes de los primeros pesos pesados. Gente como Chiwetel Ejiofor, nominado a mejor actor por su excelso trabajo en 12 años de esclavitud. Por suerte para el británico, no tuvo que hablar de moda a las primeras de cambio como la mayoría de sus colegas femeninas. En su caso, fue directo al grano, a la relevancia de su papel, un trabjo que le sacudió por lo desconocido de la historia. «Nunca había oído sobre la situación de hombres libres secuestrados y llevados al sur». Fue sincero y dijo tener pocas esperanzas de ganar: «Al final, me quedo con el hecho de que la película estuvo muy por encima de mis expectativas».
Poco después apareció otro de sus contrincantes, un Bruce Dern acompañado por su hija Laura Dern, centrada en celebrar el arte de su padre más que en el premio en sí, sabedor quizá de las pocas opciones de victoria en la categoría de mejor actor.
Más confiada se mostró Amy Adams, con ciertas posibilidades de hacerse con la estatuilla a mejor actriz frente a Cate Blanchett, clara favorita. Eso sí, confesó sus dudas a la hora de elegir vestido, uno azul de Gucci Couture al final. En cuanto a los premios, dijo estar dividida entre Her y La gran estafa americana, las dos cintas nominadas en las que ha participado.
Pero la gran sensación de la alfombra roja fue sin duda Lupita Nyong’o, la mexicana criada en Kenia, vestida con un diseño de Prada especialmente para ella, con un azul claro que le recordaba a Nairobi. Pese a ser una novata en cuestiones de premios, se mostró muy segura frente al batallón de entrevistas que tuvo que enfrentar («Bendecida por poder pisar la alfombra roja con mi primer trabajo»), aunque reconoció que no creció con los Oscar en mente: «De hecho, ni los veía. Mi sueño era ser actriz y eso es lo que realmente me importa». Sin embargo, reconoce que se lo está pasando en grande con toda la polvareda levantada a sus 31 años por su papel en 12 años de esclavitud. Sin ir más lejos, el sábado celebró su cumpleaños con una victoria en los Independent Spirit Awards, para abrir boca.
También Jared Leto, nominado a mejor actor secundario por Dallas Buyers Club, dio la nota con un traje de chaqueta blanco, poco habitual entre los hombres, y una pajarita roja, emocionado por poder compartir la experiencia de los Oscar con su madre, su gran inspiración. Y así una montaña de caras conocidas que poblaron la alfombra roja, borrachos de entrevistas, flashes y gritos histéricos desde la grada. Todos ellos a la espera de la gran apertura de Ellen DeGeneres, directora de orquesta de una ceremonia con los tan traídos superhéroes como tema de la gala.
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