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Galicia La Sociedad Gitana busca un trabajo para las dos hijas mayores de Lupe Jiménez

De esta forma, se darían las circunstancias para que la familia pueda seguir residiendo en el municipio pontevedrés de Vilaboa, donde los hijos más pequeños asisten al colegio

La Voz de Galicia, M. G., 03-03-2014

«Queremos que los hijos de Lupe vivan en esta provincia, que se sientan cobijados y ayudados». Así de contundente se expresó ayer el presidente de Sociedad Gitana en Galicia, Sinaí Giménez, en la defensa de los seis hijos de María Luisa Jiménez Jiménez, la Lupe, una gitana asesinada presuntamente por su marido la semana pasada. Y la solución más práctica que han encontrado desde la asociación fue la de buscarle trabajo a las dos hijas mayores y a sus maridos. De esta forma, se dan las circunstancias para que la familia pueda seguir residiendo en el municipio pontevedrés de Vilaboa, donde los hijos más pequeños de María Luisa Jiménez asisten al colegio.

Sinaí Giménez señaló que habían contactado con una asociación de ambulantes de mercadillos. «Hemos solicitado puestos de trabajo para las dos hijas mayores de Lupe Jiménez y nos han garantizado que darán esa ayuda y colaborarán en todo lo que puedan». Las hijas mayores y sus maridos, todos en paro, podrán ganarse el pan acudiendo a los mercadillos de la provincia en la que viven y también en algunas ocasiones a los coruñeses.

El portavoz de Sociedad Gitana en Galicia manifestó el agradecimiento de la familia y del colectivo gitano al Concello de Vilaboa, cuyos Servicios Sociales se han involucrado desde el principio en apoyar a los hijos de la fallecida. Además mostró su gratitud hacia la Xunta por la oferta de una ayuda desde la Administración autonómica a las víctimas de violencia machista, aunque en este último caso, la familia rechazó este respaldo económico. Según Giménez tomaron esta decisión para evitar que el padre de los niños y presunto autor de la muerte violenta de su mujer, José Luis Cortiñas, pueda volver a tener algún derecho a ver a sus hijos.

«Dejarle al padre ver a los niños es contrario a nuestra cultura, el padre no tiene derecho a ver nunca más a sus hijos», subrayó el dirigente gitano, que manifestó que la decisión se tomó con el consentimiento pleno de los hijos de la fallecida, «que no quieren ver al padre». Una última medida a tomar será el cambio de apellido para que el de Cortiñas nunca más se relacione con ellos.

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