Un grupo de inmigrantes de origen búlgaro ha ocupado ilegalmente una alquería protegida de propiedad municipal, situada en la calle Asturias, entre la avenida Baleares y Eduardo Boscá. Se trata de un inmueble cedido al ayuntamiento por el Sporting Club de Tenis (era la sede social de la entidad) y destinado a una dotación pública.

Vecinos de la zona alertaron ayer de la ocupación ilegal, primero por las malas condiciones en las que vive una docena de personas, y segundo porque esta situación acelera la degradación de la alquería. La reivindicación pasa porque se destine a un centro de mayores.

El gobierno municipal firmó un convenio con el club de tenis en 2003 para la permuta de la alquería por unos solares destinados a la ampliación de la instalación deportivas con más pistas. El acuerdo sirvió para regularizar además el terreno, con la ordenación de aceras en las calles Asturias, Andrés Mancebo y Río Escalona.

El club hace ya tiempo que terminó sus obras, con pistas y un flamante club social que recae a la avenida Baleares, aunque no sucede lo mismo con la alquería. «Tenemos miedo de que se caiga alguna teja y le pegue en la cabeza a alguien. Estos días de viento son muy peligroso», comentó una de las vecinas.

Enrique, jubilado y también vecino del barrio, recordó que en la calle Islas Canarias había un local de la Unión Democrática de Pensionistas que pagaba el ayuntamiento. «Cerró hace tiempo y ahora tenemos que ir al de la calle Trafalgar o al que hay en la Amistad», apuntó.

Acerca de la ocupación ilegal, la mayor parte de las ventanas carece de cristales. «Carecen de electricidad y se alumbran con un candil; el agua la cogen de una fuente cercana y están muy en precario». La única diferencia a estar en la calle es que se guarecen del frío con un techo. Un grupo de residentes llegó a promover una recogida de firmas hace tiempo para reclamar el centro de mayores, aunque no consta que esta inversión forme parte del presupuesto municipal de este año.

Sobre la ocupación ilegal, fuentes cercanas al gobierno municipal indicaron que la Policía Local ha llegado a un acuerdo con los inmigrantes búlgaros. «Se irán la próxima semana desalojados porque está claro que no es lugar para que estén».

Jardín abandonado

Después del desalojo, la contrata municipal se dedicará a tapiar puertas y ventanas para impedir una nueva ocupación ilegal. La alquería está rodeada por un patio ajardinado, abandonado y repleto de hojarasca. La protección cuenta con nivel 2, lo que equivale a las fachadas y la cubierta. El tejado, comentó una de las vecinas, es una de las zonas más estropeadas y se observa a simple vista su ruina desde las viviendas cercanas, en la calle Asturias.

«Hace dos años que la alquería está fuera de uso y cada día que pasa va a peor», precisaron los residentes. La protección patrimonial no es un caso aislado en esta zona, donde hay otra fila de casas adosadas en la misma calle que tienen la misma categoría en el Plan General.

La rehabilitación de la alquería no ha entrado en los objetivos del consistorio en los dos planes de ayudas estatales, además del conocido como Plan Confianza. Todo el entorno está urbanizado por completo con la remodelación de las pistas de tenis, que incluyeron un aparcamiento subterráneo, la citada nueva sede social y canchas de otros deportes, así como una piscina.

Toda esa inversión privada no se ha visto compensada por el equipamiento público. Los vecinos no descartan una nueva recogida de firmas para que «se acelere la recuperación de la alquería para el barrio».