El ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha asegurado que “habría que pedir a Marruecos que procure que no se acerquen tanto a las fronteras españolas” los inmigrantes que intentan llegar a este país, aunque ha destacado el buen estado de las relaciones entre ambas naciones.

García-Margallo ha pronunciado estas palabras en el día en que unos cien inmigrantes de origen subsahariano han conseguido entrar a Melilla tras un asalto violento a la valla fronteriza, protagonizado por unas 500 personas, que supone la cuarta entrada masiva de este año, la segunda en una semana.

En el coloquio posterior a la presentación de un informe de estrategia exterior elaborado por el Real Instituto Elcano, el ministro ha sido preguntado por Marruecos y la inmigración ilegal.

Ha destacado que las relaciones con el país alauí atraviesan un momento “muy bueno”, aunque ha reconocido que la inmigración “no es un problema sencillo” y que ésta no se parece en nada a la del siglo XIX y principios del siglo XX. “Marruecos y España es la frontera más desigual del mundo, incluso más que la de Estados Unidos y México”, ha dicho el ministro, quien ha advertido que “la afluencia va a ser enorme”. “Si ha sido menor dentro de los enormes números, ha sido como consecuencia de la crisis”, ha apostillado, antes de señalar que será mayor cuando Europa se recupere.

A juicio del ministro García-Margallo, esta situación obliga a “un control de fronteras que no puede ser un esfuerzo español, sino necesariamente europeo”, así como a un “esfuerzo enorme de integración”. “Lo digo con la reserva de estas cosas: habría que pedir a Marruecos que procure que no se acerquen tanto a las fronteras españolas”, ha subrayado. Y ha apostillado: “Es muy difícil de manejar un campamento en el Gurugú que lleva meses y meses con cientos de miles de inmigrantes dispuestos a entrar en territorio español en cualquier momento”.

La inmigración es uno de los “grandes dramas” que ha traído la globalización y exige “una respuesta de carácter global”, ha señalado, antes de hacer referencia a que con Marruecos también habría que resolver el tema de la devolución de los inmigrantes. García-Margallo ha abogado por hacer un esfuerzo con los países de origen de la inmigración y, en este sentido, ha puesto en valor la cooperación al desarrollo para evitar este tipo de situaciones, aunque ha avisado de que “no es una solución a corto plazo”.