El último asalto masivo a la valla de Melilla ha dejado a 27 personas heridas, 14 de ellos inmigrantes y el resto agentes de las fuerzas del orden marroquíes, según un comunicado del ministerio marroquí del Interior.

Según la nota, los inmigrantes, que hicieron su asalto desde la zona llamada Tigorfatín, “no obedecieron a los requerimientos habituales (de los policías) y pasaron a lanzar pedradas, que causaron trece heridos entre las fuerzas del orden”, quienes por su parte procedieron al arresto de 96 personas.

Además, trece inmigrantes añade el comunicado tuvieron que ser evacuados al Hospital Hassani de Nador para recibir atención médica “por las heridas causadas por las alambradas de la valla” que rodea el perímetro de Melilla, concluye el comunicado, que no hace referencia a que un centenar de emigrantes sí logró su objetivo.

Según informaron a Efe fuentes de la Delegación del Gobierno español en Melilla, el asalto se produjo sobre las 07.50 horas (06.50 GMT) y los subsaharianos mostraron una actitud “muy violenta”, ya que usaron piedras y palos, según fuentes de la Guardia Civil española.

Las fuentes españolas añadieron que los agentes marroquíes liares tuvieron que refugiarse entre las dos vallas instaladas en la frontera, pero el ministerio marroquí no hizo alusión a este detalle.

Este es el segundo asalto masivo que se produce en apenas una semana en Melilla, ya que el pasado lunes otros 150 inmigrantes consiguieron entrar en la ciudad.

Melilla, igual que Ceuta, ambas ciudades españolas fronterizas con Marruecos en la costa mediterránea, viven desde hace meses una extrema presión migratoria que mantiene en alerta constante a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.

En Ceuta, el pasado 6 de febrero hubo un intento de asalto que se saldó con al menos quince personas muertas por ahogamiento, al intentar entrar en la ciudad un grupo de unos 250 inmigrantes.

Aunque oficialmente Marruecos no ha cambiado su política migratoria y mantiene un nivel “ejemplar” de colaboración con España, según reconocen todos los interlocutores, otras fuentes han asegurado que la policía marroquí ha recibido en las últimas semanas instrucciones de emplear medios menos expeditivos con los emigrantes y, concretamente, hacer un uso comedido de sus armas.