Dos polizones del 'Melillero' salvan a unos inmigrantes que saltaron al mar desde una patera
Los menores, que se escondieron para colarse en el 'ferry', se tiraron al agua y ayudaron a los senegaleses a llegar hasta una escollera
Diario Sur, , 22-02-2014Son las diez de la noche y la escollera asiste a una imagen demasiado cotidiana en Melilla. Diez inmigrantes recorren el desfiladero de rocas en la oscuridad, guiados por la luz tenue de las farolas del puerto, los focos de las linternas de los guardias civiles y el ansia de pisar tierra firme. Al llegar al muelle, ateridos de frío, se despojan de la ropa mojada y los flotadores de plástico con los que se lanzaron al agua desde una patera. Un par de ellos levantan un brazo haciendo el gesto de victoria antes de dejarse caer, agotados, sobre el suelo.
Desde la muralla del faro de Melilla la Vieja, decenas de curiosos contemplan la escena. Los objetivos de las cámaras se centran en los diez senegaleses, que se abrazan entre ellos para darse calor. Unos metros más atrás, dos chicos permanecen de pie, apoyados en una verja, ajenos a los flashes y las luces. Están mojados. También son inmigrantes, o pretendían serlo. Estaban escondidos entre las rocas para colarse como polizones en el ‘Melillero’ cuando escucharon a los inmigrantes pedir auxilio en el mar, y los salvaron. Dos caras de un mismo drama que anoche se dieron la mano.
Outman tiene 17 años y es de Nador. Pese a las dificultades del idioma, explica mediante gestos y alguna palabra suelta la situación. Tras oír los gritos, vio a varios de los senegaleses levantando los brazos para pedir ayuda. Se lanzó al agua –la Guardia Civil le proporcionó una manta térmica para combatir el frío– y arrastró a los dos primeros hasta la escollera. «Los saqué agarrados cada uno a un hombro», acierta a decir. Mientras, su amigo y compañero de viaje Ayoub los ayudaba subirse a las rocas. «No sé nadar», confiesa el joven, de la misma edad y nacido en Fez. «Grité: ‘¡Guardia Civil, Guardia Civil!».
Llamada de auxilio
El Centro Operativo de Servicios (COS) de la Comandancia de Melilla recibió la llamada de auxilio sobre las nueve de la noche. Media docena de patrullas se desplazó al puerto para rescatar a los inmigrantes que iban ganando la costa. En el mar, la patrullera interceptaba la lancha desde la que se habían lanzado al agua, una embarcación con un potente motor. A bordo aún quedaban otros cinco subsaharianos, entre ellos el patrón, que fue detenido. Fueron remolcados hasta el puerto.
Los diez jóvenes que se lanzaron al agua con flotadores, entre los que había un menor, fueron atendidos en la curva de la subida a Melilla la Vieja. Los siete que se encontraban en mejor estado salieron en un furgón de la Guardia Civil rumbo a la Comandancia. Los otros tres tuvieron que ser asistidos por una ambulancia de la Cruz Roja y trasladados al hospital, ya que presentaban signos de hipotermia. De ahí pasarán al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI).
El destino de Outman y Ayoub no es menos incierto. En Melilla, a los chavales que frecuentan el dique para colarse en un ‘ferry’ y viajar como polizones se les conoce como ‘menas’ (menores no acompañados). Suelen dormir en la escollera.
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