... Y ahora los inmigrantes sirios

Canarias 7, , 21-02-2014

Con el fenómeno migratorio en boca de todo el mundo como consecuencia de la avalancha producida el pasado día 6 en la frontera de Ceuta con Marruecos, ahora otro grupo de inmigrantes se ha unido a la realidad migratoria: los sirios.

La guerra civil que asola a un país como Siria ha provocado que sean cientos las personas que está huyendo de ese territorio para buscar un futuro mejor y, de paso, escapar de una muerte segura.

A diferencia de los inmigrantes subsaharianos que no suelen salir de sus lugares de origen con hijos, los sirios emprenden la fuga de su país en familia y en la mayoría de los casos con uno, dos o tres niños a cuestas.

Desde el pasado verano los sirios han encontrado en Ceuta y en Melilla un lugar de paso. Los Centros de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de las dos autonomías están dejando ya un espacio reservado para los naturales de Siria, sobre todo por tratarse de núcleos familiares.

La presencia de estas familias obliga a habilitar un espacio especial en el CETI para que no se mezclen con otros internos principalmente subsaharianos y preservar su intimidad, según han informado a Efe fuentes del CETI ceutí.

Más de medio centenar de sirios ya viven en el CETI de la ciudad, después de que anoche dos familias sirias compuestas por dos matrimonios y siete menores de edad consiguieran entrar de forma irregular en el territorio nacional.

Los sirios tienen otros métodos de entrada: lo hacen ocultos en el interior de vehículos o bien pagando importantes cantidades de dinero para comprar pasaportes falsificados con los que engañar a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.

Sus parecidos rasgos físicos con los marroquíes y el elevado trasiego de la frontera con el paso diario de más de 20.000 personas son dos buenos aliados para que estos inmigrantes consigan su propósito.

Fuentes policiales consultadas por Efe han asegurado que llegan a pagar una media de entre 1.000 y 1.500 euros por persona para que las mafias que trafican con seres humanos faciliten su entrada ilegal en el territorio nacional y alcancen una etapa más de su viaje migratorio.

Sin embargo, los sirios no se quieren quedar ni en Ceuta ni en Melilla y ya lo han demostrado protagonizando varias concentraciones de protesta para pedir a las autoridades salir hacia la península y continuar su viaje hacia Europa.

En el entorno de la frontera con Ceuta algunas organizaciones no gubernamentales han estimado que hay entre 130 y 150 inmigrantes sirios a la espera de entrar ilegalmente en la ciudad, lo cual suelen hacer en pequeños grupos o bien en núcleos familiares para lograr su propósito.

Esta situación ha motivado que en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) se haya añadido más a la lista de países de procedencia uno que no era habitual: Siria.

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