Javier Galparsoro Presidente CEAR-Euskadi

"Ninguna ley dice que haya que utilizar botes de humo ni pelotas de goma"

Deia, J. Fernández, 21-02-2014

Bilbao – Su experiencia profesional y personal le lleva a sospechar que, de no haber existido imágenes grabadas de lo ocurrido en Ceuta el pasado día 6, la versión oficial sobre el suceso habría sido totalmente distinta a la realidad. Javier Galparsoro, abogado y voz de la denuncia de CEAR-Euskadi, no cree que el Gobierno español opte finalmente por reformar la Ley de Extranjería para contemplar esas devoluciones en caliente.

Tras lo ocurrido en Ceuta, hay quien pide reformar la Ley de Extranjería…

-No creo que esa reforma se vaya a producir tan fácilmente. Los gobiernos anuncian cosas que no es tan sencillo que se puedan cumplir ni llevar a cabo. De momento parece que se ha formado un grupo de estudio, pero veremos si eso cuaja. Desde luego, las ONG y los abogados no tenemos claro que pueda ser factible.

Pero hablan de legalizar esas ‘devoluciones en caliente’, como dice el Ministerio del Interior.

-Esa expresión me parece descabellada. Y además no se corresponde ni con lo que dice la ley actual, ni el reglamento de extranjería, ni con lo que dice el convenio de España con Marruecos de 1992. No existen las devoluciones ni en caliente ni en frío. Existe la devolución, que tiene una serie de garantías con la ley en la mano que habría que cumplir.

¿Cuáles?

-Hay derecho a la presencia de un abogado, posible solicitud de asilo, circunstancias humanitarias, un procedimiento reglado, con intérprete, con una resolución y los recursos pertinentes en caso de que sea desfavorable para que la persona a la que se quiere devolver pueda manifestar su discrepancia… Pero es que ese convenio sobre la circulación de personas, tránsito y readmisión de extranjeros, prevé en su artículo 2 que en el caso de que se aplique esa devolución, las personas devueltas tendrán que ser identificadas, luego si tienen que ser identificadas… No cabe en ningún caso que ningún cuerpo policial en caliente entregue a una persona que ha pretendido cruzar una frontera. Hay que hacer una serie de trámites…

Completamente ilegal entonces.

-Ilegal clarísimamente. No tenemos ninguna otra valoración más suave para la actuación que se está llevando a cabo en Ceuta y Melilla de devolver a inmigrantes en estas circunstancias, sin que se lleve a cabo la cobertura de esas garantías legales. En virtud de ese convenio de España con Marruecos no cabe en este momento llevar a cabo un trámite expeditivo y que se les pueda entregar directamente a Marruecos. Hay que hacer al menos la identificación.

¿Ve complicado entonces que cuaje esa reforma?

-No es tan sencillo. Aunque tenga mayoría absoluta y parlamentariamente pueda llevarla a cabo, tiene que modificar una Ley Orgánica. Y si es así, tienen que ver si esto dará lugar a recursos por parte de las ONG o instituciones como el Defensor del Pueblo o parlamentos autonómicos…, porque si se produjera este retroceso gravísimo de que se deja de garantizar la presencia de abogados y el procedimiento, nosotros recurriríamos. Luego habría otro aspecto muy importante, el de las directivas europeas. A nuestro juicio esta proyectada reforma no se adecuaría a una directiva como la de retorno de extranjeros que también exige la tramitación de un procedimiento y la presencia de abogados. Por eso no me parece tan simple.

Pues vaya…

-Aquí lo que pasa es que estamos de nuevo a rebufo de esta desgracia, de esta tragedia tan vergonzosa. Y el gobierno lo lanza a posteriori, como suele ocurrir siempre. Somos un país a posteriori. Ha ocurrido un suceso y, hala, vamos a modificar la ley.

Dicen que hay 30.000 personas esperando para entrar en el Estado.

-Falso, tajantemente. Es una filtración que ha surgido intencionadamente desde fuentes del CNI. Gente de Melilla lo desmiente. Me dicen que 30.000 puede haber en todo Marruecos. José Palazón me decía que podría haber unos 600 en los alrededores del Gurugú y como mucho otros 2.000 en las inmediaciones… ¿Quién se ha puesto a contarlas? ¿Y justo después de la tragedia se han puesto a contarlas?

¿Entonces?

-Es una forma de desviar la atención para que perdamos la perspectiva: se ha incumplido gravemente la actual Ley de Extranjería y se han utilizado unos medios impropios, absolutamente incalificables, para reprimir lo que es la entrada de personas a través de un puesto fronterizo. Claro, si alarmas a la ciudadanía hablando de 30.000 personas dispuestas a entrar, parece que pretendes justificar con ello la represión de la actuación. En todo caso está claro que hay una situación muy seria en las dos ciudades a la que se tiene que responder desde la legalidad, con la ley que tenemos.

Y si existe esa ley, ¿qué hace la Guardia Civil pidiendo protocolos?

-A mí como abogado no me hacen falta protocolos, no me tiene que instruir nadie. Lo que hace falta es cumplir la ley. Y si la ley dice que hay abogado y procedimiento, cúmplase. Ninguna ley dice que hay que utilizar botes de humo ni pelotas de goma. Eso no está en la Ley de Extranjería. Entonces, que alguien nos explique cómo se ha reprimido de esta manera tan dramática, con quince muertos sobre la mesa… Eso es escandaloso. Y aquí no ha habido ninguna dimisión. Encima algún dirigente autonómico se permite la lindeza de decir poco menos que qué quieren, ¿que les pongamos azafatas? Esto es absolutamente incalificable. Estamos en manos de verdaderos irresponsables.

Europa le ha leído la cartilla a España, aunque también a posteriori.

-Todo se hace a posteriori. Nos movemos a golpe de sucesos. Y esto es noticia es porque ha habido quince muertos y porque hay vídeos. Si esto no estuviera filmado, probablemente las fuentes oficiales habrían mantenido que no ha habido otro tipo de actuación, que ha sido impecable el comportamiento de las FSE.

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