Una macrooperación policial, con la implicación de la Guardia Civil, la Guardia Urbana de Tarragona y la Policía Local de Salou, el registro de nueve domicilios y la detención de diez jóvenes, troceó ayer la cúpula de la banda latina de los trinitarios en Tarragona. Entre los detenidos por orden del juez, los máximos responsables del grupo: su líder, el tesorero y el encargado de aleccionar a los jóvenes captados.
Los detenidos, de nacionalidad española, marroquí y dominicana y de 18 a 25 años, están acusados de extorsionar y atracar de forma sistemática, y de dedicarse al tráfico de drogas. Entre el material incautado, dos pistolas simuladas, munición, machetes y bates de béisbol.
La policía llevaba desde finales del 2009 siguiendo de cerca la banda, que ahora intentaba fijar una base operativa estable en Tarragona. La investigación se abrió tras detectarse un incremento de la actividad delictiva de un grupo de jóvenes que actuaban con la marca de los trinitarios. La banda latina se alió con otro grupo juvenil de origen marroquí ya establecido en Tarragona. Varios de sus integrantes acabaron siendo reclutados.
La banda logró establecerse con una estructura piramidal muy jerarquizada. Su actividad delictiva tenía un doble objetivo: imponer su dominio territorial en la calle sobre otras bandas rivales y obtener suficientes recursos económicos para mantener la estructura de la organización. El tráfico de drogas, los atracos, las amenazas y la extorsión servían a los trinitarios para lucrarse de forma regular. En Barcelona la caída de los trinitarios allanó el camino de otro grupo, los black panthers, antes de que la policía lograra descabezar también esta banda hace un año.
El espectacular despliegue policial, a las seis y media de la mañana de ayer, sorprendió a los dirigentes de la banda. Todos los detenidos fueron trasladados después hasta la comandancia de la Guardia Civil en Tarragona a la espera de pasar a disposición judicial, acusados de delitos contra la salud pública y pertenencia a organización criminal.