ROBERTO VILLARREAL / Tarragona
La banda latina conocida como los
Trinitarios quedó descabezada en
la mañana de ayer en Tarragona,
aunque para ello fue necesario un
impresionante operativo de 150
agentes de la Guardia Civil, la
Guardia Urbana de Tarragona y la
Policía Local de Salou. Fuentes policiales
consideran que la cúpula
de esta peligrosa organización delictiva
juvenil ha sido desarticulada
con la detención de diez jóvenes de
entre 18 y 25 años, entre ellos el líder,
el responsable de la disciplina
interna y el tesorero de la banda.
Miembros de los Trinitarios, habitualmente
de nacionalidad española,
dominicana o marroquí, acumulan
un largo historial delictivo
en el Camp de Tarragona. Se los
acusa de tráfico de drogas, atracos,
extorsiones y amenazas, entre
otros delitos. En los nueve registros
realizados –ocho en la ciudad
de Tarragona y el otro en Cap Salou–
se han intervenido dos pistolas
simuladas, munición del calibre
7,62 mm, varias armas blancas de
grandes dimensiones –tipo machetes–
y bates de béisbol, así como
un kilogramo de cocaína y 4.700
euros en efectivo. Tanto los diez
detenidos como el material intervenido
han sido puestos a disposición
del Juzgado de Primera Instancia e
Instrucción de Tarragona.
La operación policial, perfectamente
coordinada, dio comienzo
alrededor de las seis de la mañana
y se prolongó durante varias horas.
Todavía hacia las diez, para sorpresa
y alarma de los transeúntes, un
fuerte contingente de una unidad
especial de la Guardia Civil, con
agentes encapuchados y fuertemente
armados, permanecía en la
Avenida de Andorra –en pleno centro
de Tarragona– realizando uno
de los registros. Se pudieron ver
también efectivos policiales en la
calle Ramón y Cajal y al Paseo de la
Independència, entre otras zonas.

Según informa la Guardia Urbana
de Tarragona, las investigaciones
se iniciaron a finales del año
2009, de manera coordinada entre
los tres cuerpos policiales, cuando
en la capital tarraconense se detectó
un incremento de actividades
delictivas protagonizadas por un
grupo de jóvenes que, con el seudónimo
de la banda de origen dominicano
Trinitarios, habían empezado
a destacar en la comisión de
todo tipo de hechos delictivos y se
habían hecho fuertes en la zona del
Port Esportiu. La banda de los Trinitarios
buscó la alianza con otra
de origen marroquí que se había
establecido en Tarragona, bautizada
como Los 20MA.
Tras las investigaciones practicadas
se pudo comprobar que varios
miembros de la banda marroquí
Los 20MA habían sido captados
por los Trinitarios para integrarlos
a su lado. Al igual que en
otros casos de bandas latinoamericanas
en España. Los Cuerpos de
Seguridad han podido constatar la
existencia de una estructura piramidal
jerarquizada y perfectamente
organizada, «donde cada miembro
tiene funciones encomendadas
con el fin de desarrollar actividades
antisociales encaminadas a la obtención
de beneficios económicos a
través de la ejecución de delitos para
mantener la estructura de la organización
».
Los Trinitarios aterrizaron en Madrid
a principios de 2000 y desde entonces
se han expandido con rapidez
por otras provincias. En noviembre
de 2012 la Guardia Civil
descabezó una célula similar en la
provincia de Lleida, con 19 detenciones.
Este tipo de bandas se estructura
con gran disciplina y férreo control
interno para garantizarse el dominio
sobre otros grupos rivales y el
control de la calle. Se trata de grupos
muy violentos con unos códigos
de conducta estrictos y castigos muy
severos para desertores, delatores y
quienes no obedecen las órdenes.