Hacer los deberes con muchas ayudas
Una iniciativa de apoyo escolar se pone en marcha en las asociaciones de vecinos de Alaberga, Agustinas e Iztieta-Ondartxo
Diario Vasco,
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20-02-2014
Desde hace varias semanas está funcionando en la villa una novedosa iniciativa consistente en la celebración de sesiones de apoyo escolar que se prestan solidariamente entre los vecinos.
Se ha puesto en marcha por el momento por parte de las Asociaciones de Vecinos de Agustinas, Iztieta – Ondartxo y Alaberga, aunque la idea es que se vaya extendiendo a otros barrios de la villa y conseguir así que las familias de los mismos se ayuden entre ellos en la realización de las tareas escolares de sus hijos.
Los vecinos interesados en tomar parte en esta iniciativa, pueden ponerse en contacto con dichas Asociaciones de Vecinos, en el caso de Alaberga sólo admiten a los del barrio, o llamar al teléfono 675 705 191, ya que sigue estando abierta la posibilidad de participar. También han hablado con el colegio público Gamon que hará una reunión en el centro para dar a conocer el proyecto a sus alumnos y animarles a participar en el mismo.
El profesor y psicopedagogo Oihan López es el impulsor de esta iniciativa y fue él quien se puso en contacto con las asociaciones de vecinos antes citadas. La primera en empezar fue la de Alaberga y en estos momentos la de Iztieta – Ondartxo ya cuenta con ocho familias participantes y una decena de alumnos y la de Agustinas se está formando, para llevar adelante esta propuesta próximamente.
López dijo que ha tomado inspiración de algunas ong de voluntariado que funcionan en Vigo «aunque en este caso no hay tanta implicación de los padres, o en Madrid, pero con la peculiaridad de que estaba dirigida a familias inmigrantes con problemas de adaptación escolar. En nuestro caso la presencia de los familiares es condición indispensable y las familias son en su mayor parte autóctonas, aunque en el caso de Iztieta también hay alguna de origen magrebí».
Quiso dejar claro que «no es una sustitución de una academia de enseñanza, sino que lo que buscamos es que las labores que realizan los padres en casa en apoyo de sus hijos se lleven a cabo de una manera colectiva en un lugar ya establecido y que así sus hijos se pueden beneficiar de los conocimientos que pueden tener otros padres y que ellos igual no dominan tanto».
Dijo que alguno de los adultos «puede ser mejor en Letras y otro en Ciencias y de esta forma asistiendo a las sesiones semanales, por el momento hay dos una de 1 hora de duración para los alumnos de Primaria y otra de 1 hora y media para los de ESO y que en el futuro se quieren ampliar a tres sesiones, los escolares acceden a un mayor número de personas que les pueden ayudar en sus tareas».
Preparar a tutores
Oihan López quiso dejar claro que no es preciso que los familiares de los niños tengan una cualificación especial «o que importa es la voluntad de querer ayudar a sus hijos y al resto de los que asisten a las sesiones. Yo también les refrescó previamente algunos conocimientos que puedan tener oxidados, por ejemplo las ecuaciones de 1º grado en matemáticas y les pongo deberes para que las trabajen y luego puedan ser ellos los que den las sesiones a los alumnos».
Con estas clases para los padres se consigue el doble objetivo que persigue la iniciativa y que es por un lado lograr una mayor implicación de los padres en las tareas escolares de sus hijos y por el otro dotarles de las herramientas que les permitan que dicha ayuda resulte lo más eficaz posible. El objetivo principal en última instancia es el de «conseguir un grupo autónomo y que en el futuro los familiares no tengan que asistir a todas las sesiones semanales, sino que se repartan y cada uno acuda a una sola. No hace falta que sean los padres, también puede ser algún tío o algún hermano mayor, pero sí que tiene que haber una implicación de los adultos para que los hijos puedan asistir, ya que no queremos que nadie se aproveche de la buena voluntad del resto».
Normativa
Para evitar esta situación se ha consensuado una normativa entre padres, tutores y alumnos en la que se regulan las condiciones de la asistente a los talleres de ayuda y que deben asumir todos antes de acudir a los talleres.
Oihan López también aclaró que en las sesiones «no se les hacen los deberes, sino que se les ponen ejemplos similares, para que sean ellos quienes una vez entendido el problema lo resuelvan».
Hasta el momento la respuesta obtenida tanto desde la parte de los padres como de los alumnos ha sido muy positiva. «Hay que tener en cuenta que en estas reuniones los padres y sus hijos tienen que adoptar un rol nuevo distinto al que están acostumbrados en el hogar familiar, ya que tienen que interactuar con más gente».
También destacó que al seguir los talleres las pautas «de una escuela multigradual, los más pequeños se benefician de las explicaciones que se dan a los mayores y éstos recuerdan conceptos ya olvidados cuando se habla a los pequeños, con lo que la diferencia de edades no sólo es un obstáculo, sino que resulta beneficiosa». Indicó asimismo que los que asisten a las sesiones de apoyo «no tienen que ser los que peor andan en clase, se puede decir que más de la mitad de los que vienen aprueban sin problemas».
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