Las fronteras calientes de Europa

El País, José Ignacio Torreblanca , 19-02-2014

¿Son muchos los 30.000 inmigrantes que estarían esperando para saltar la valla en Ceuta o Melilla? Esa pregunta se ha suscitado a raíz del informe policial al que ha tenido acceso el Diario ELPAIS.

La respuesta es: depende del color del cristal con el que se mire. Según los datos de la Agencia FRONTEXen el último trimestre de 2013 las fronteras de la Unión Europea registraron 42.000 entradas ilegales. Eso sitúa el acumulado anual de entradas ilegales en unas 90.000 personas. [Fuente: Descargar FRAN_Q3_2013]

Son cifras importantes porque, como pasa en España, las entradas ilegales alarman a la opinión pública. Pero según las estimaciones de FRONTEX, los inmigrantes que utilizaron un visado turístico para entrar en la UE y, una vez expirado, quedarse fueron tres veces mas, 326.000. Así pues, las entradas ilegales son un problema, pero menor comparado con las entradas legales que se convierten en ilegales.

Pero el verdadero drama está en el asilo, refugiados de conflictos varios, encabezados por Siria y seguidos por Eritrea: con 340.000 solicitudes de asilo, casi cuatriplicaron las entradas ilegales. De todos ellos, los estados de la UE lograron “devolver” a sus países a unos 160.000. Por tanto, en el último año del que tenemos datos, las entradas totalizaron 756.000 personas, y las devoluciones 160.000 (un 21%).

Como se observa en el gráfico que nos ofrece el último informe de Frontex [arriba citado], lo que estamos viendo es un aumento espectacular de las entradas por mar, lo que tiene mucho que ver con el endurecimiento de los controles fronterizos en tierra. En los últimos años, la frontera greco-turca se había convertido en un punto de acceso masivo: con el reforzamiento de los controles, los inmigrantes se han desviado hacia el mar, donde ponen sus vidas en riesgo. También hacia la frontera búlgara, que es ahora la que sufre la presión. Sin embargo, la ruta “española” (Western Mediterranean) es la que menos tráfico tiene, como se aprecia en el gráfico.

El aumento espectacular de los flujos de inmigrantes irregulares en el Mediterráeno Oriental, y especialmente las interceptaciones en el mar es algo que seguramente pasaría en España si el gobierno “blindara” Ceuta y Melilla con muros más altos. Las mafias de inmigración utilizarían barcos desvencijados barcos nodriza, los llenarían de inmigrantes y los dejarían a la deriva en el Mediterráneo. La inmigración es un flujo, si pones un obstáculo en un sitio, busca otro camino. Y España no está en primera línea.

Y ahora, pensemos en global, como si Europa fuera un país. EEUU, que tiene una frontera de 3.144 km con Estados Unidos interceptó en su año más intenso (2000) nada menos que 1,6 millones de inmigrantes. Pero el año pasado en 2013, interceptaron dos tercios menos (420.789). ¿Cómo lo hicieron? La respuesta está en el reforzamiento de los controles, sí, pero sobre todo en otras estadísticas: las que nos dicen que en ese periodo el comercio entre EEUU y México se multiplicó por cinco (506%), llegando a los 1.000 millones de dólares diarios. El cambio es de tal magnitud que el saldo migratorio entre EEUU y México es “cero”, sí, los que entran y los que salen se igualan, todo ello gracias al crecimiento en la economía americana. [fuente: FT “Border set to divide opinion between Mexico and the US”] Si queremos saber cómo recibir menos inmigrantes de África, la respuesta es evidente.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)