Es una lástima, la Generalitat otorga becas para hacer el doctorado, pero no se ha sabido crear la demanda social para este perfil y tenemos que marcharnos fuera o quedarnos en la universidad, que es el único sitio donde se nos valora. Se invierte en formarnos pero se benefician de ello otros países; yo le he salido gratis a EE.UU”, reflexiona Edgar Gonzàlez Pellicer, un flamante ingeniero informático, número uno de su promoción, que el próximo junio cumplirá su segundo año en nómina de Google. Gonzàlez forma parte del selecto grupo de talentos que se ha instalado en la costa oeste de Estados Unidos para poder emprender una carrera en el sector tecnológico, acorde con su brillante currículum.

Gonzàlez estudió Ingeniería Informática en la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) y al acabar decidió quedarse para preparar su tesis doctoral sobre lenguaje natural, a la vez que daba clases. Todo hacía suponer que su futuro estaba en la UPC pero, en el 2011, recibió un e-mail de Facebook en el que le invitaban a entrar en su proceso de selección de personal. “En el 2004 participé con otros compañeros de la UPC en una competición internacional de programación, organizada por la Asociation for Computing Machine de EE.UU., llegamos a la final y dejé mi currículum. En el 2011, ya ni me acordaba. Mi vida estaba muy enfocada al mundo académico, me faltaba un año para presentar la tesis, pero en la Universidad no se convocaban nuevas plazas”. Gonzàlez aceptó la oferta de Facebook y también llamó a la puerta de Google, donde trabajaban dos amigos de la UPC. Fue superando todas las etapas y ya sólo le quedaban las entrevistas presenciales en San Francisco, a donde viajó dos veces en junio del 2011. Facebook y Google dijeron que sí. Gonzàlez puso una condición, que le dieran un año de margen para poder acabar la tesis. Ambas compañías aceptaron sin titubeos. Ahora tocaba elegir. Facebook o Google. “El salario era muy similar, lo que hizo que me decantara por Google fue que el puesto que me ofrecían estaba más enfocado al tipo de investigación que había estado realizando en la UPC. Me dedico a aplicar técnicas del lenguaje natural, es decir, sofisticar más las búsquedas para obtener resultados más precisos, entender mejor lo que el usuario quiere.” El 1 de junio del 2012 dio carpetazo a la tesis y el 18 ya estaba en Mountain View iniciando una nueva experiencia vital apasionante.
“La informática es de los sectores que menos ha sufrido la crisis, pero este trabajo no podría hacerlo en España donde la investigación en las empresas es muy limitada”. En Google forma parte de un equipo de 20 personas, más de la mitad extranjeras, en el cual hay otros dos catalanes.
Gonzàlez y su mujer, farmacéutica y con un máster, que ahora está estudiando diseño gráfico, viven en un piso junto al Golden Gate Park. Cada día se desplaza en un bus de la empresa a Mountain View, donde está la sede de Google, aunque a veces trabaja desde casa. “En Barcelona cobraba un sueldo de becario, aquí tengo un buen salario y Google me paga el seguro médico, comida, gimnasio, lavandería, transporte… Además, lo que valoran son los resultados y no las horas que estoy en la oficina”.