La entrada de casi 150 subsaharianos traslada la presión migratoria a Melilla

La ciudad autónoma registra el mayor salto masivo con éxito y el quinto de 2014 La ONG Prodein destaca que, "por primera vez", no se han producido "devoluciones en caliente" La Delegación del Gobierno subraya que, al menos, cinco subsaharianos han resultado heridos

El País, J. Jiménez Gálvez , 18-02-2014

La presión migratoria se intensifica, de nuevo, en las ciudades españolas del norte de África. Aunque esta se ha trasladado de Ceuta a Melilla. Cerca de 150 subsaharianos han logrado entrar este lunes en la segunda de estas ciudades autónomas, tras superar la valla que la separa de Marruecos, según ha informado la Delegación del Gobierno.

Este cruce multitudinario de la frontera, el de mayor importancia del año y el primero tras la tragedia de la playa de Tarajal (Ceuta), ha coincidido con un avance de la investigación sobre las circunstancias en las que el pasado 6 de febrero murieron, al menos, 15 personas cuando intentaban llegar a nado a Ceuta. Y es que, este lunes, el Juzgado de Instrucción número 6 de Ceuta ha exigido a la Guardia Civil todas las grabaciones que se hicieron ese día desde el perímetro fronterizo.

Antes de esa petición, ya se había producido el salto de la valla de Melilla, protagonizado por más de 250 personas —mayoritariamente francófonas y de nacionalidad camerunesa—. Ha ocurrido sobre las seis y media de la mañana en la zona de Villa Pajares, entre los puestos fronterizos de Beni Enzar y Barrio Chino. Cerca de 100 subsaharianos no han logrado pasar y se han quedado en el lado marroquí, bajo custodia de las autoridades de dicho país, según ha subrayado la Delegación del Gobierno. El resto, en cambio, que sí lo consiguió, se ha dividido en grupos y se ha dispersado en dirección al interior de la ciudad autónoma.

“En el salto, los inmigrantes actuaron de manera muy coordinada para sortear el sistema anti-intrusión”, ha resaltado Interior, que destacó el amplio dispositivo en el que participaron la Guardia Civil, un helicóptero y un módulo de la Agrupación de Reserva y Seguridad —destinado en la ciudad para el refuerzo de la vigilancia de la frontera—. “Los subsaharianos han pasado este lunes aprovechando el relevo de los efectivos del instituto armado”, ha explicado Serafín Giraldo, portavoz de la Unión Federal de Policía (UFP), que ha denunciado la falta de medios policiales para “afrontar este reto migratorio”.

“Hay varios heridos. En el hospital hemos estado con uno que tenía la pierna rota” José Palazón, de la ONG Prodein

Desde el inicio de 2014, Melilla ha registrado cinco intentos masivos de entrada, con cerca de 3.000 inmigrantes en total. El más numeroso se produjo el 7 de febrero, cuando 1.400 personas trataron de acceder a la localidad española. Entonces, ninguna lo logró. Sí lo hicieron, en cambio, 60 subsaharianos el 15 de enero. Este fue el último acceso multitudinario con éxito y ocurrió antes de la reciente tragedia de Tarajal, cuando la presión migratoria recayó sobre Ceuta.

Ahora, esta ha vuelto a Melilla. Porque, según informes de las fuerzas de seguridad del Estado, la policía conoce la existencia de grupos criminales marroquíes dedicados al traslado de subsaharianos entre las zonas fronterizas de ambas localidades, en función de la situación puntual de cada una. Si en una es más fácil la entrada, los transportan a lo largo de los 400 kilómetros que las separan.

“Por otra parte, por primera vez, los inmigrantes nos han dicho que este lunes la Guardia Civil no ha devuelto a nadie en caliente”, ha apuntado este lunes José Palazón, portavoz de la ONG Prodein. Una práctica “habitual” denunciada por los colectivos humanitarios de las dos ciudades autónomas y que también se produjo, según estas organizaciones, en la tragedia de Tarajal. “A diferencia de otras veces, este lunes se ha cumplido la ley en Melilla. No hemos tenido quejas de los inmigrantes”, ha dicho Palazón, que “espera” que las autoridades sigan cumpliendo la normativa y no haya más “devoluciones irregulares”.

La Delegación del Gobierno en Melilla, a través de una nota, ha detallado el salto de la valla. Ha hecho hincapié en que la mayor parte de los de subsaharianos, una vez en España, se han dirigido directamente al Centro de Estancia Temporal (CETI). En su recorrido, han lanzado cánticos —como “Barça, Barça”—, al tiempo que se han despojado de prendas de ropa que han dejado sobre las aceras y carreteras por las que han pasado. Después, cuando han llegado al CETI, según ha destacado Interior, los inmigrantes han tirado la verja de la entrada para coches al intentar acceder todos a la vez: “Haciendo así uso de la fuerza”.

“Hay varios heridos. En el hospital hemos estado con uno que tenía la pierna rota”, ha manifestado, por su parte, la ONG Prodein. Aunque ninguno de ellos ha presentado cortes por las cuchillas, ya que han saltado por una zona sin concertinas. Un punto que también ha querido resaltar Interior, que ha cifrado en cinco los atendidos en el Hospital Comarcal: “Por contusiones, fractura y esguinces”. Además, Cruz Roja ha intervenido para bajar de lo alto del vallado fronterizo —de la verja interior, la más próxima a Melilla— a cinco africanos que se han quedado encima de esta.

Paralelamente, el episodio de este lunes ha intensificado el enfrentamiento político a diferentes niveles. En primer lugar, entre el Gobierno de Mariano Rajoy y los partidos de la oposición. La vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, ha reprochado al presidente del Ejecutivo que no haya condenado —ni dicho "nada"— la muerte de 15 subsaharianos en Ceuta y lo ha acusado de “falta de humanidad”. “Todavía estamos esperando saber quién va a asumir la responsabilidad de lo que ha sucedido”.

Elena Valenciano acusa a Mariano Rajoy de “falta de humanidad” por la tragedia de Ceuta

Estas palabras se han producido en la misma semana en la que el pleno del Parlamento votará, a petición de Izquierda Plural, la dimisión del titular de Interior, Jorge Fernández Díaz, por la gestión de la tragedia ceutí. Y, a su vez, han coincidido con la solicitud de UPyD de que el ministro acuda otra vez al Congreso por las diversas versiones dadas sobre la muerte de los 15 subsaharianos.

Ya en un segundo nivel, el Gobierno melillense ha atacado este lunes a la Unión Europea (UE) tras las declaraciones, la pasada semana, de la comisaria europea de Interior, la sueca Cecilia Malmström, que recriminó a España la actuación policial en Ceuta. “Las autoridades españolas tienen la responsabilidad de analizar las circunstancias en las que ocurrió este incidente”, señaló la representante comunitaria, que amenazó entonces con posibles sanciones. Unas declaraciones que no han sentado nada bien entre las autoridades de Melilla.

El portavoz del Ejecutivo de dicha ciudad autónoma, Daniel Conesa (PP), ha recriminado a la UE su “nula implicación” ante el problema migratorio de las dos ciudades españolas localizadas en el norte de África. “Es muy sencillo, desde el cómodo norte, donde no se sufre este problema, criticar las actuaciones que se hacen en el sur para tratar de frenar las oleadas de personas que quieren entrar a Europa de manera irregular”, ha apuntado.

A este respecto, a falta de cerrar el balance de 2013 —que arrojará datos “ligeramente superiores” a los del año precedente, según fuentes de la Delegación del Gobierno—, en 2012 ya se incrementó el número de saltos masivos a la valla de Melilla. Entonces se volvió a niveles de 2005, según Interior. En total, hubo 28 entradas multitudinarias, frente a una sola en 2011.

Es muy sencillo, desde el cómodo norte, donde no se sufre este problema, criticar las actuaciones que se hacen en el sur Daniel Conesa (PP), portavoz del Gobierno de Melilla

Esta tendencia explica que las dos ciudades autónomas se enfrenten desde hace meses al aumento de una fuerte presión migratoria que mantiene en alerta constante a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Según fuentes policiales, alrededor de 30.000 subsaharianos están asentados en Marruecos a la espera de poder entrar clandestinamente en Europa, en la mayoría de los casos a través de Ceuta y Melilla. Por ello, y debido a los saltos masivos de estas últimas semanas, los Gobiernos de ambas están cuadrando sus agendas para reunirse en una cumbre, prácticamente monográfica, para abordar esta situación.

Mientras tanto, ante las críticas de las ONG contra la Guardia Civil por la actuación de Tarajal, Interior continúa a la defensiva. Y este lunes, tras la entrada de 150 subsaharianos, el delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalik El Barkani, no ha querido perder la oportunidad de ensalzar “la gran labor” que desarrolla el instituto armado. “Y condeno a quienes respaldan el quebrantamiento de las mismas fronteras y consciente o inconscientemente cooperan de tal modo con las mafias que se lucran de la explotación y tráfico de seres humanos”, ha concluido.

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