Algo más que un pasaporte

El Mundo, S. E. JERUSALÉN , 17-02-2014

En Israel, el pasaporte es algo más que un documento que permite viajar e identificarse. Es un refugio psicológico para un país que según advierte hoy el jefe de la Inteligencia militar Aviv Kojavi, «está amenazado por 170.000 proyectiles y misiles». Con una nación siempre en tensión, una convulsa y hostil región y el proyecto nuclear iraní que Israel considera «amenaza existencial», sus habitantes desean un segundo pasaporte en caso de emergencia.

La nueva opción española – que incluye la importante novedad de que no obliga a renunciar al pasaporte israelí – se añade a la ‘ashkenazí’ que tenían a mano de forma exclusiva los judíos originarios de la Europa central y oriental.

Marcados de forma dramática por el exterminio del régimen nazi, los supervivientes del Holocausto y sus descendientes pueden recibir, si cumplen algunas condiciones, los pasaportes de Polonia, Hungría y Alemania, entre otros.

La Federación de Comunidades Judías de España certificaría la condición sefardí a través de un documento de la autoridad rabínica o papeles que demuestren su origen y pertenencia a la comunidad sefardí así como su relación con España. El que sepa pronunciar con naturalidad en ladino las ‘Borekitas de merendjena’ tiene mucho ganado.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)