ANTONIO HERNANDO, portavoz de Relaciones Institucionales del PSOE, anunció ayer que su partido va a pedir en el Congreso las grabaciones íntegras de los sucesos de Ceuta, que provocaron 15 muertos entre inmigrantes que intentaban entrar en España. También lo hará la Fiscalía. Son hechos graves que deben ser investigados y que el ministro del Interior no fue capaz de esclarecer en su última comparecencia en el Congreso. Pero el PSOE no debe hacer demagogia con las muertes porque lo que ahora reprocha al PP es lo que practicó cuando gobernaba. Basta recordar lo que explicaba en 2005 el entonces secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, en el Congreso ante hechos similares: «Estamos ante un problema humano, pero los que primero infringen la legislación de extranjería son aquellos inmigrantes subsaharianos que pretenden entrar, en ocasiones de una manera especialmente violenta». El Estado tiene que controlar la integridad de nuestras fronteras y, proseguía, «en esa función es perfectamente posible el uso legítimo y proporcionado de la fuerza para impedir esas entradas». Tomamos la palabra a Camacho: la inmigración es un «problema humano». Por eso ante él no cabe la política barata. PP y PSOE deben buscar un consenso porque es inaceptable convertir la tragedia en arma arrojadiza entre los partidos.