CITA EN EL SUR
Artículo de ocasión
Diario Sur, , 15-02-2014En mi amada Argelia se ha estrellado un avión y sólo ha sobrevivido un pasajero. En mi amada Marbella han matado a un francés de origen argelino que eran dos. El muerto tenía dos identidades, una para el narcotráfico – su nombre de guerra – y otra para llevar a los niños al colegio. Hace unos días un asesino ha matado a ambos. Ha matado dos pájaros de un tiro. Sus hijos, en el asiento trasero, contemplaban incrédulos cómo iban desapareciendo las identidades de papá y se iban arrugando las suyas. El superviviente del avión siniestrado en Argelia es un tipo con suerte, o no. Posiblemente no viajaba solo y ahora lo que desea es haber muerto.
Hace unos años, una mujer italiana no pudo embarcar en el vuelo 447 de Air France que cayó al mar tras salir de Río de Janeiro y en el que no hubo supervivientes. Una semana más tarde, la mujer italiana murió en un accidente de tráfico en Austria. Le concedieron una semana de prórroga. ¿Qué hizo durante esa semana? A lo mejor sus hijas pensaron que su madre casi muere y ellas sin despedirse ni nada. Puede que en esa semana aprovechasen para acercarse a ella y cerrar heridas. Tal vez comieron juntas. Le agradecieron tantas cosas. Se despidieron. Quizá hasta le regalaron un fin de semana en Austria, en un buen hotel, y por eso cruzaba las austriacas carreteras. Pero la prórroga era de una semana.
El pie noir al revés, el francés de origen argelino, sabía que la doble identidad le protegía, pero estaba equivocado. Sus hijos ahora que lo saben todo es cuando no saben nada. Los hijos tienen un padre y los padres no mueren. Es así, siempre es así. Hasta que deja de serlo. Odio el mundo de las drogas y no me importa si son legales o no, sino el poder que nos da la determinación de decir no, paso, tío. El dinero fácil. La casa con piscina, la bañera donde once litros ante notario ni hacen un charco. Dejas de ser francés y argelino para convertirte en el rey del mundo. De ser moro pasas a jeque. Y Marbella que más que un refugio de mafiosos es el paraíso que sueñan en Francia a pesar de Cannes. El clima. El mar y el cielo. La montaña. El lujo. Eres el rey hasta que se acerca un hombre que también tendrá unas cuantas identidades y te mata delante de tus hijos. Alguien tendrá que desaguar la piscina y la bañera gigante. En la casa pondrán un cartel de se vende y alguien tendrá que regar el césped.
En la misma carretera, un poco más para acá, un policía nacional de Fuengirola muere de una forma mucho más doméstica y nuestra. Es atropellado mientras circulaba en bicicleta. El bote de agua a lo mejor rodó hasta la cuneta y puede que aún siga allí. Su hijo que aún no habla ni anda sabrá que tuvo un padre, ese de la foto. Tendrá que aprender que es mentira eso de que siempre se tiene un padre. Que las carreteras de Málaga a veces son austriacas carreteras y los coches armas mortíferas. Del padre y sus hijos atropellados ante un colegio en Málaga no hablo porque me pongo a llorar. Y aunque no se lo crean esto iba a ser de risa. Daba juego lo de las dos identidades del muerto y la supervivencia del otro. Un poco de humor negro. Pero aparecen los niños en el asiento de atrás y me fastidian el artículo de broma. Convierten esto en un artículo de ocasión.
Por SUR.es
(Puede haber caducado)