Se llama Shyima Hall, tiene 24 años y vive en California. Aunque ahora disfruta de una vida feliz, no siempre ha sido así, según relata en un libro «Hidden girls» que acaba de publicar y en el que detalla cómo a los ocho años fue vendida por su familia para saldar una deuda.

Shyima Hall nació en Egipto el 29 de septiembre de 1989, y era la séptima hija en una familia con escasos recursos económicos. Cuando tenía ocho años, sus padres la vendieron como esclava, para saldar una deuda por un robo cometido por una de sus hermanas.

Fue entonces cuando empezó su vida de esclava. Entró al servicio de una familia adinerada de El Cairo, donde era obligada a trabajar 18 horas al día, siete días a la semana. A los diez años se mudó con sus captores al Condado de Orange, California, donde siguió trabajando para ellos. Se encargaba de todas las tareas de la casa, cuidaba a los hijos de sus «señores» y solo le permitían comer una vez al día. Dormía en una pequeña habitación sin aire acondicionado, sin iluminación y dormía en un colchón en el suelo.

Dos años más tarde, y gracias a una llamada anónima de un vecino, consiguió su libertad. Después de vivir en una casa de acogida, ya que era menor de edad, se convirtió en ciudadana estadounidense, ha rehecho su vida y ahora lucha activamente contra la trata de personas. Además tiene la intención de convertirse, algún día, en agente de inmigración.

Ahora Shyima tiene trabajo, pareja, una hija recién nacida y disfruta de lo que ella considera «el cielo», y está dispuesta a seguir luchando para que otras personas no tengan que vivir lo que a ella le tocó padecer como esclava.