muerte de inmigrantes en la frontera »

Rescatado el tercer cadáver que llega a la costa ceutí arrastrado por la corriente

El cuerpo fue localizado flotando y corresponde al de un joven de origen subsahariano

El País, Rocío Abad , 14-02-2014

El mar ha devuelto este jueves por la tarde el cuerpo de otro inmigrante subsahariano, el tercero que recupera la Guardia Civil en la orilla de la parte española de la playa del Tarajal, el segundo en menos de 24 horas. De nuevo un varón subsahariano, de entre 25 y 30 años, sin documentación encima e hinchado por el paso de los días en el agua. La Delegación del Gobierno, que mantiene intacto un dispositivo de rastreo en el que participan los buzos y el servicio marítimo de la Guardia Civil, informó de que fue encontrado a 20 metros de la orilla y da por hecho de que el fallecido formaba parte del contingente de 250 inmigrantes que hace justamente una semana intentó a la desesperada entrar en Ceuta a nado desde la costa marroquí. A expensas del informe del forense, el examen preliminar determina que, como los anteriores, al menos los dos a los que se les ha hecho la autopsia en la ciudad autónoma, la causa de la muerte es asfixia por inmersión. Murió ahogado.

Con este ya son 12 los cuerpos recuperados de la tragedia, nueve en Marruecos y tres en Ceuta, aunque las autoridades españolas siguen sin atreverse a dar una cifra final de la tragedia, el recuento oficioso cifra en 14 el número de víctimas, ya que se sabe que quedan cuerpos en aguas marroquíes que aún no han sido recogidos.

Precisamente este jueves ha sido enterrado en el cementerio de Santa Catalina el inmigrante localizado a mediodía de ayer en la misma playa del Tarajal. Ha recibido sepultura en el nicho 147 de la galería de Santa Beatriz de Silva, en el cementerio cristiano, donde el vicario de Ceuta, Juan José Mateos, ha oficiado un breve responso, al que ha seguido una oración en francés a cargo de uno de los jóvenes subsaharianos residentes en el centro de acogida que han despedido muy emocionados al último fallecido. Al terminar el oficio religioso, algunos de los subsaharianos, de religión musulmana, también han rezado junto a la lápida con una cruel leyenda: Varón sin identificar.

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