Un 34 % de los franceses apoyan las ideas del ultraderechista Frente Nacional, lo que supone un récord desde 1984. Paradójicamente, uno de cada dos encuestados rechazan sus dos ideas estrella, la salida del euro y lo que ellos llaman la prioridad nacional en el empleo, que no es otra cosa que el control de la inmigración.

La llegada de Marine Le Pen en el 2011 a la presidencia de la formación fundada por su padre supuso el asentamiento del partido y una progresiva mejora de su imagen. El sondeo de TNS Sofres publicado por Le Monde, que lleva realizándose cada año desde 1984, señalaba un 18 % de apoyos al FN justo antes de que Marine asumiera el liderazgo. No era su peor resultado, pero reflejaba un declive acelerado de simpatizantes. Desde entonces, el 22, el 31 y el 32 % de los años sucesivos demuestran que su líder ha normalizado la imagen de su partido.

Los apoyos se identifican con ideas relevantes de su programa, como la defensa de los valores tradicionales, el refuerzo de la autoridad de la policía o la demanda de una justicia más severa, aunque no es tan alta la coincidencia en cuanto a las soluciones que propone.

Más notable es incluso la mejora de su propia imagen. El 58 % de los encuestados valoran favorablemente a Le Pen y el 40 % consideran que aporta ideas nuevas para solucionar los problemas. Y la mayoría la ven como una patriota (46 %) más que como una ultranacionalista xenófoba (43 %) o un peligro.

De la derecha, más a la derecha

El FN se ha convertido en el recipiente del descontento de la derecha más moderada de la UMP. El 35 % de sus simpatizantes han votado ya o piensan votar al FN en las próximas elecciones, en las que el 31 % de los encuestados se plantear dar su voto a Le Pen. Pero el 54 % no la ven capaz de formar parte de un equipo de Gobierno.