El secretario federal de la Liga Norte italiana, Matteo Salvini, defendió ayer, de cara a las elecciones europeas, la alianza con el Frente Nacional francés y con el ultranacionalista Partido por la Libertad, en Holanda. Salvini reiteró su deseo de abolir el euro “porque ha masacrado nuestra economía” y de poner límites a la inmigración “porque la contaminación (cultural) es bella cuando es numéricamente limitada, de lo contrario significa el caos”.
Salvini, que mantuvo un encuentro con los corresponsales extranjeros acreditados en Roma, confirmó a La Vanguardia los estrechos vínculos que su partido mantiene con Convergència i Unió (CiU) y expresó el apoyo total al proceso soberanista catalán. El flamante nuevo hombre fuerte de la Liga Norte dijo que Fabrizio Cecchetti, vicepresidente del parlamento regional de Lombardía, es el contacto permanente de los liguistas con el partido de Artur Mas. “Es nuestro puente con los catalanes, nuestro enlace; va a Barcelona cada semana y es huésped oficial”, aseguró Salvini, y especificó que su contraparte en Catalunya es siempre CiU y no Esquerra Republicana. “Comprendo el escepticismo”, comentó Salvini al confrontarle con la incomodidad que despierta en Catalunya la relación entre la Liga Norte y CiU, pero negó que los liguistas sean xenófobos. El líder de los independentistas padanos afirmó haber pasado el último fin de semana en Barcelona, con carácter privado, y haber firmado a gusto, a favor de la independencia, en una de las mesas instaladas en la calle.

“Este año votarán los escoceses y los catalanes –agregó Salvini–. Nosotros auguramos el éxito de los escoceses y de los catalanes, respetando su libertad de decisión y respetando sus puntos de vista, sus simpatías y antipatías”. “La Liga Norte es presentada en el extranjero como un movimiento xenófobo y racista –continuó el político padano–. Yo me siento todo lo contrario de un xenófobo y un racista. Si fuese un ciudadano de Barcelona que se in-