Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estando han llevado a cabo una reordenación en el tránsito fronterizo de Melilla, una iniciativa que busca mejorar la fluidez en el paso y ganar en seguridad.

El delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalik El Barkani, visitó ayer el puesto fronterizo de Beni Enzar, el principal de los cuatro que existen entre la ciudad autónoma y Marruecos, donde pudo comprobar los avances que ha supuesto la reordenación, tras dos semanas de aplicación.

La iniciativa ha provocado el establecimiento de un carril específico para el paso de mercancías, tanto para peatones como para vehículos, por lo que se diferencia del resto de carriles para que puedan ser usados por personas que no transporten mercancías.

De esta manera, según explicó a los periodistas El Barkani, los peatones que no se dediquen al denominado comercio atípico, esto es, aquellos que no sean porteadores, puedan tener «un paso más ágil y más fluido», al igual que los vehículos que únicamente quieran cruzar, sin transportar ningún tipo de mercancía.

Se trata de una media previa a las obras que el Ministerio del Interior va acometer en breve en este paso fronterizo, por el que a diario transitan miles de personas, un proyecto que ya ha sido adjudicado y que está pendiente de su inicio.

La idea es que estas obras estén acabadas para el mes de junio, antes del inicio de la Operación Paso del Estrecho (OPE), aunque se va a establecer en la ejecución de las mismas la posibilidad de que no fuera así y hubiera que hacer frente al mayor trasiego de vehículos con las obras en marcha.

Un caso «hipotético», según el delegado, ya que se espera que los trabajos estén en el plazo establecido, pero que, no obstante, hay que contemplar dicha posibilidad para evitar mayores inconvenientes.

De estas iniciativas adoptadas en el paso fronterizo, se benefician tanto los policías, guardias civiles y miembros de Aduanas, que prestan servicio en el puesto, como los propios transeúntes, tanto de un lado como del otro.

«Esta frontera, más que separar, debe unir a dos pueblos, como son el de Melilla y el de Nador», remarcó El Barkani, quien insistió en que también se gana en «sensación de seguridad» para evitar, por ejemplo, la entrada de menores «a la carrera» o para realizar en mejores condiciones los controles documentales y registros.

El delegado ha reconocido el esfuerzo que supone para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado trabajar en la frontera y ha mostrado su deseo de que las medidas adoptadas vayan en beneficio de las condiciones de trabajo de los agentes.

Recordó, por último, que existe un importante refuerzo tanto con agentes de la Unidad de Intervención y Prevención (UIP) de la Policía Nacional como de los Grupos de Reserva y Seguridad (GRS) de la Guardia Civil, estos últimos más dedicados al control del perímetro para evitar las entradas masivas de inmigrantes, pero que pueden colaborar en la reordenación fronteriza.