La Audiencia Provincial de La Rioja juzga hoy a un hombre al que se pide una pena total de cinco años y medio de prisión por retener ilegalmente y lesionar a su expareja. El fiscal también solicita la prohibición de acercarse a ella durante diez años y una multa de 3.150 euros.
El acusado, de 43 años y nacionalidad ecuatoriana, tiene antecedentes por malos tratos sobre la misma mujer, por lo que fue expulsado de España por diez años en 2004. Sin embargo, regresó en 2006 y reside en Mendavia (Navarra) con su mujer y sus tres hijos, que han adquirido la nacionalidad española.
Fue en 2009 cuando trató de retomar su relación con su expareja, que le rechazó en varias ocasiones. Él insistió en que debían estar juntos. Según recoge el escrito del fiscal, en la mañana el 18 de junio de 2013, el acusado acudió al domicilio de la mujer en Logroño , donde la esperó, y cuando ella llegó le agarró por los brazos, la besó con fuerza y le pidió que volviera con él; mientras la mujer le pedía que le dejara en paz y le decía que iba a llamar a la policía. Poco después una compañera de piso de la mujer salió de su casa y el acusado se fue.
En la madrugada del 9 de julio de 2013, cuando la mujer acudía a su casa después de trabajar, el acusado la esperó escondido en la entrada de una tienda, salió a su paso y la agarró fuertemente arrastrándola hasta un inmueble próximo detalla el escrito. Cuando la mujer empezó a gritar, él la sujetó con un brazo por la cintura, mientras con la otra mano le apretó el cuello y le metió los dedos en la boca para acallarla.
Al llegar a un inmueble cercano, la tiró al suelo y luego la subió a un piso deshabitado y del que el hombre tenía llaves porque había ayudado en una ocasión a su limpieza. Allí la arrojó a un sillón y cerró la puerta, con lo que la mujer permaneció allí hasta que llegó la policía, alertada por un vecino.
Las heridas
Como consecuencia de estos hechos, la mujer sufrió diferentes daños físicos como equimosis en la región clavicular izquierda y en el brazo izquierdo, erosiones en la mandíbula y en el hombro, daños en la piel en el área de las cervicales, entre otros. Las lesiones tardaron en curar seis días, uno de los cuales la mujer estuvo impedida para sus ocupaciones habituales.
El acusado fue detenido el mismo 9 de julio de 2013 y un día después se decretó su prisión provisional, situación en la que permanece desde entonces.
La Fiscalía considera que en estos hechos concurren tres delitos, uno de abuso sexual, otro de detención ilegal y un tercero de lesiones, con el agravante de parentesco.
Por estos delitos pide, respectivamente, una pena de 21 meses de multa a 5 euros diarios, 3.150 euros en total y la obligación de no acercarse a la mujer durante dos años; una pena de cinco años y la imposibilidad de acercarse a la mujer durante seis años; y medio año de prisión y dos años de alejamiento.
También demanda que se le prohíba la tenencia y porte de armas durante dos años; y que indemnice a la mujer con 270 euros por lesiones. Asimismo, el fiscal solicita que se mantenga la situación de prisión provisional del acusado.