Zaragoza es la ciudad española que concentra un mayor número de niñas en riesgo de sufrir la ablación del clítoris. Así lo indica el último «Mapa de la Mutilación Genital Femenina en España» que ha elaborado la Fundación Wassu de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB).

Según este informe, se trata de niñas y adolescentes menores de 15 años, pertenecientes a familias originarias de países sobre todo del África subsahariana en los que la ablación del clítoris es una práctica muy arraigada.

La inmigración hace que la ablación se «importe» junto a las familias que siguen queriendo que sus hijas se sometan a lo que consideran que es una tradición.

Allí donde hay más familias inmigrantes de esos países, mayor es el riesgo de que se produzcan casos.

La Fundación Wassu calcula que en España hay actualmente unas 17.000 niñas y adolescentes en riesgo de sufrir la mutilación genital femenina, un 200 por ciento más que hace cinco años, debido al aumento de la inmigración procedente del África subsahariana y a la natalidad de esos inmigrantes que se han asentado o que han formado núcleo familiar en España.

Zaragoza, con 816 jóvenes en riesgo de sufrir ablación, es la ciudad española que más concentra, según esta fundación.

Por comunidades autónomas, la que tiene una mayor población de riesgo es Cataluña, con más de 6.000 niñas y adolescentes pertenecientes a familias que provienen de países en los que la ablación es una práctica muy arraigada.
Un delito castigado con la cárcel en España

En 2011, un tribunal aragonés impuso la primera condena de cárcel en España para unos padres inmigrantes que habían sometido a la ablación a su hija. La Audiencia de Teruel dictó esa sentencia. Consideró culpables, aunque en distinto grado, al padre y a la madre de una bebé a la que, cuando tenía solo unos meses, le mutilaron el clítoris. La familia, originaria de Gambia, residía desde hacía años en la localidad turolense de Alcañiz.

Desde entonces, ha habido más sentencias condenatorias en España por casos de ablación. En abril del año pasado, la Audiencia Nacional condenó a dos años de cárcel a una madre, originaria de Senegal, por someter a su hija a una ablación en su país, que fue detectada en una revisión médica a la niña en Cataluña cuando la mujer y sus hijos llegaron a España en 2010 para reencontrarse con el marido. Esta fue la primera sentencia impuesta a una madre por una ablación realizada fuera de España